El llamado Castillico de las Peñas está constituido por los escasos restos de una fortificación islámica que dominaba la vía de comunicación natural que conecta Fortuna con el Altiplano de Jumilla-Yecla. Sin embargo, la extrema escasez de documentación arqueológica y textos antiguos que puedan ofrecer alguna noticia del lugar, hacen que sea muy poco lo que se sepa del transcurrir histórico de este castillo.

Las ruinas de esta fortificación están declaradas Bien de Interés Cultural por la Disposición Adicional Segunda de la Ley 16/1985, de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español.

La fortificación se sitúa en el llamado Cortado de las Peñas, en el municipio de Fortuna, a 3,8 km al sureste de la villa, dominando un pequeño caserío que recibe el mismo nombre del castillo y está situado también al sureste de los restos históricos.

La construcción se levantó sobre un cerro que domina la rambla de La Garapacha, ejerciendo así un control muy efectivo sobre la vía de comunicación entre el llano de Fortuna y las elevaciones orográficas de Fuente Blanca, La Garapacha, y la Sierra de la Pila.

El acceso al yacimiento, que es libre, se efectúa desde Fortuna, por la carretera que se dirige a La Garapacha. A los 4 km de trayecto se llega al desfiladero del Cortao de las Peñas, lugar que inicia la ascensión campo a través al cerro que ocupa la margen derecha de la rambla, donde se encuentran los restos del castillo. La ladera más accesible es la meridional.