La Casa de la Fortuna alberga los restos de una vivienda romana completa, sacados a la luz en el año 2000. La construcción de esta vivienda data de finales del siglo I a.C., coincidiendo con un importante proceso de renovación urbana. Este proceso de transformación culmina en época de Augusto con la construcción del Teatro y la remodelación del Foro.

La casa ocupaba una extensión de 204 metros cuadrados, y pertenecía a una familia acomodada, ya que este tipo de vivienda unifamiliar (domus), solía ser la residencia de las clases más adineradas, mientras que las más populares se alojaban en bloques de edificaciones de varias alturas y normalmente de alquiler (insulae)

La Casa de la Fortuna ofrece una panorámica de la vida doméstica en el período romano a través de las diferentes salas que conforman su estructura, como el tablinum o sala de representación, las cubícula o dormitorios, el triclinium donde se celebraban los banquetes, el atrium o vestíbulo.

También se pueden contemplar algunos hallazgos como la vajilla, pinturas, cerámicas, monedas, objetos de adorno personal y lucernas, que nos ayudan a hacernos una idea de las costumbres y la cultura de la época.