Vista del Cerro del Castillo de Ulea [Ulea_Historia]
Vista del Cerro del Castillo de Ulea
Panorámica de la huerta de Ulea [Nuestra Sra. de la Asunción]
Panorámica de la huerta de Ulea

  Los primeros pobladores del municipio de Ulea, quizás, se remontan a tiempos neolíticos, ya que la cercanía del río y lo benigno del clima hacen de esta zona un lugar ideal para un asentamiento. Pero no se tiene, por el momento, ninguna prueba material a modo de yacimiento arqueológico, que corrobore esta teoría.

  La primera cultura asentada en Ulea: los íberos

  En la ladera del monte del Castillo se encuentran los restos de un poblado íbero con una cronología en torno a los siglos IV-III a.C. Se trata de un asentamiento cercano al río, en el que se han descubierto distintos tipos de cerámica con decoración geométrica. Otros motivos cerámicos parecidos a los de Ulea se pueden observar en el Museo Siyâsa de Cieza o en el yacimiento del Cabezo del Tío Pío de Archena.

  Ante las reducidas dimensiones del yacimiento existe la teoría de que el poblado íbero era un lugar de defensa estratégica del desfiladero fluvial de Ulea. Gracias a la abundancia de agua y buen suelo para el cultivo, es más que probable que los habitantes de este lugar se dedicaran a la agricultura, la ganadería y la pesca. El actual traje típico de las mujeres uleanas tiene mucho en común con el de las damas íberas, que se han encontrado en yacimientos de la Región de Murcia o de la provincia de Alicante.

 La romanización

  En el Salto de la Novia, una vaguada entre dos espolones rocosos del río Segura, se excavaron entre 1970 y 1972 los restos de un pequeño poblado romano, datado entre los siglos IV y V d.C. La importancia de este yacimiento está en la defensa del paso del río Segura por el Valle de Ricote. La disposición de las estructuras encontradas en la excavación hace que estén alejadas de las típicas villas romanas, que se dan en otros lugares de la Región de Murcia. Sin embargo se acerca más a los poblados de la decadencia del Imperio Romano y la inseguridad de las gentes, que las obliga a replegarse hacia lugares de fácil defensa.

  El poblado estaba rodeado por una muralla. El yacimiento está dividido en habitaciones aterrazadas, que permanecían unidas por una escalera. De estas habitaciones se ha podido deducir que las casas romanas de Ulea constaban de cocina-estar, dormitorio interior, alacena (habitación en la que se almacenan alimentos), y corral para animales. De los restos encontrados destaca la gran cantidad de doleas para almacenaje (vasijas de gran tamaño), y objetos de metal de las riendas de un caballo. Otro de los restos romanos que ha requerido una prospección y estudio arqueológico en Ulea ha sido el hallazgo de una calzada. Parece datar de los siglos I al III d.C., pero fue utilizada hasta los siglos XVII y XVIII. Se trata de un acondicionamiento para una vía, que iría desde Cartagena a Chinchilla (Saltigi), y pasaría por el puerto uleano de La Losilla.