Miguel Marín fue un destacado compositor musical de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.

Nació en Totana, donde residió y ejerció como profesor, organista y director de la banda de música municipal.

Tras completar una amplia formación musical en Madrid fue reconocido dentro y fuera de España.

Sin embargo, a pesar de recibir tentadores llamamientos para abandonar Totana y alcanzar una posición de relevancia en el mundo de la música, se negó a dejar su tierra natal.

Destacó como compositor de diversos géneros que le supusieron numerosos premios, especialmente música religiosa.

En la actualidad, la plaza donde nació recibe el nombre de Miguel Marín y está presidida por un busto con el que Totana rinde tributo a tan singular personaje.