Puerto Lumbreras

El origen más inmediato de la actual villa de Puerto Lumbreras se puede relacionar con el castillo de Nogalte, de fundación islámica.

Hacia el siglo XII, una presión poblacional considerable hacía que los campos del reino musulmán de Murcia estuviesen salpicados por numerosas alquerías y otros núcleos rurales, cuya dedicación económica principal eran las actividades agropecuarias.

Este sector de la rambla de Nogalte cumplía perfectamente una serie de condiciones para el asentamiento humano. Principalmente la existencia de grandes cantidades de aguas subterráneas permitía el regadío en espacios donde la lluvia es un hecho meteorológico excepcional. Quizá todo el sistema de alumbramientos de aguas que no se volverá a poner plenamente en uso hasta el siglo XVIII en los campos de Nogalte, se pueda remontar a época islámica.

Sin embargo, la incorporación del reino de Murcia a la Corona de Castilla a mediados del siglo XIII, iba a suponer que Nogalte y los campos circundantes quedaban en plena línea fronteriza frente al emirato de Granada. Estos campos despoblados quedaron integrados en el término concejil de Lorca desde 1299, por donación real de Fernando IV.

La peligrosidad fronteriza mantuvo el carácter desértico de estas zonas durante toda la Baja Edad Media y buena parte de la Moderna. Y a comienzos del XVI, aprovechando esta despoblación, Nogalte se convirtió en una dehesa para los ganados lorquinos.

El establecimiento definitivo de gentes en la actual villa de Puerto Lumbreras no se consolidaría hasta el siglo XVIII, cuando se produce la verdadera repoblación de todo el reino de Murcia. Y todo ello gracias a los abundantes recursos hídricos, y a todo el planificado sistema de alumbramientos de aguas (que le dio el nombre al futuro núcleo urbano).

El establecimiento del curato y la erección del templo parroquial no es más que la prueba definitiva de la pujanza del lugar. Un siglo después, la iglesia del Rosario atendía como anejos, entre otras aldeas, a la del Esparragal.