Pintura mural. Tamaño bastante grande.

Se trata de la  representación de la Jerusalén Celeste sobre la cúpula de la escalera de la Tota Pulchra.

Se representa murada con doce puertas guardadas por ángeles, que figuran bajo el arco de las mismas. Hay tres puertas en cada punto cardinal. Una multitud de edificios aparece tras las murallas.

La pintura se adapta a la descripción que hace Juan en el libro del Apocalipsis o Revelación.

En el centro de la cúpula, en el florón central, un cordero rodeado por un círculo del que irradian haces de luz y en el que se lee con cierta dificultad: 'Et civitas non eget sole neque luna...' Que significa traducido: 'Y la ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna para que resplandezcan sobre ella, porque la claridad de Dios ilumina, y el Cordero es su lumbrera'.

En el cielo, se contempla entre la ciudad y el anillo donde se halla el Cordero, la figura de la Inmaculada, en torno a la cual gira el ciclo pictórico de la escalera.

En ese mismo espacio, se concitan tres ángeles con un libro cada uno y con sendas filacterias.

Observaciones

La escalera de la Tota Pulchra es una maravilla que sorprende por la belleza de sus pinturas. Ni un solo centímetro de ella está sin decorar.

Nombre: Jerusalén Celeste con Inmaculada y Ángeles.

Objeto: Pintura.

Autor: Antonio José Rebolloso.

Fecha: Siglo XVIII.

Ubicación: Santuario de la Virgen de las Huertas.