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MUNICIPIOS

Lorca

Infernum

Del 16 de abril de 2015 al 08 de mayo de 2015

De lunes a viernes de 11.30 a 13.30 y de 18.00 a 20.00h.

Lugar: Aula de Cultura de Cajamurcia en Lorca

Población: Lorca

Los óleos sobre madera y las acuarelas sobre papel que podemos ver en “Llamaradas”, nos queman por dentro al lograr impactarnos tanto al contemplarlas. Debido a sus pinceladas envolventes, da la impresión de que los pinceles siguen pintando solos después de que la mano de Torregar los soltara, ya que las llamas parecen continuar moviéndose. El fuego, que a Torregar le recuerda a su infancia mirando la chimenea de su abuela, nos traslada a todos a nuestra propia infancia. El principio. Fuego como principio del universo. Fuego como el resurgir de algo. Fuego como una parte del alma del artista que deja en cada obra. En las llamas de esta exposición, podemos ver ese momento exacto de su mayor esplendor, sabiendo que -como todo en este mundo- tiene final. Los filósofos interpretaban los jeroglíficos que hablaban sobre fuego llegando a la conclusión de que el mundo sería consumido por las llamas.

En la colección de piezas de "Infernum" el fuego se convierte en la única y unitaria temática, de carácter "casi" sobrenatural, donde en cada pintura se establece una viva reacción en cadena y se construye a partir de lo destruido. El fuego arde. El fuego atrapa. El fuego purifica. El fuego no está pintado.

De nuevo, en Torregar: el principio y el fin. Las llamaradas siempre tienen fin.


José Antonio Torregrosa, que firma con el pseudónimo 'Torregar', es un joven pintor de vocación figurativa, con ciertas afinidades neorrealistas. El artista pinta con una técnica que recuerda encuadres y perspectivas de la técnica fotográfica, aunque salvando los efectos ópticos de la cámara.

Su obra, además de haberse visto por muchísimas ciudades de España, ha sido expuesta en Reino Unido, Italia, Estados Unidos, México, Paraguay, etc.

Se trata de una figuración con trazos impresionistas, de matices terrosos, con una cierta preponderancia de la figura humana, que realiza sobre fondos descontextualizados para concentrarse en el argumento central, único las más de las veces.

Torregar comenzó muy joven a dibujar y a pintar. Desde siempre fue alentado por sus educadores y, especialmente, por su padre, un hombre de paz y cordura quien, lejos de reprimirle sus primeras manifestaciones, algo abruptas, le animó y orientó en el camino del arte.