Historia

El colegio más antiguo de El Escobar estuvo en la antigua iglesia, junto a las capillas, en una habitación que posteriormente también se utilizó como barbería y como carpintería.

En 1864, los vecinos solicitaron la construcción de una escuela en el paraje de Los Arcos. En 1875 se creó un primer colegio. En 1891, los escobareños pidieron que se trasladara la escuela de Los Arcos a El Escobar. La petición fue desestimada.

Durante varios años la "Casa del Maestro" sirvió como escuela improvisada, hasta la construcción del edificio que hoy alberga el Casino. En 1935 el Ayuntamiento de Fuente Álamo solicitó una subvención para la creación de dos escuelas, una para niños y otra para niñas en la pedanía de El Escobar. El proyecto de construcción del grupo escolar quedo interrumpido por la Guerra Civil.

El 19 de julio de 1963, el Gobernador Civil de Murcia, Antonio Luís Soler Bans, visitó la pedanía para inaugurar el nuevo grupo escolar que se encontraba ubicado junto a la carretera de Corvera, en los mismos terrenos que ocupa el edificio actual.

A finales de la década de los 80, el antiguo colegio fue derribado por su mal estado y sustituido por el "Colegio Público Alzabara". 

Algunos de los maestros que pasaron por El Escobar en los siglos XIX y XX fueron:

Antonio Murciano, Ramón Baño, Antonio Griñán , Sabina Ballester, José de Gea, José Sauza, Manuel Pérez, Vicente Martínez Ruiz, María del Mar Jiménez Gómez, María Nicolás Noguera, Nieves Rodríguez Berenguer, Juan Legaz Pagán, Francisca Sarabia Mulero, Encarnación Díaz López, Asunción Jiménez Ripoll, Juan Lorente Vera, Ana María Mercader Pretil, Manuela Menárguez Valcárcel y Dolores Soler Pastor. Esta última maestra, que llegó a El Escobar en 1959 después de haber dado clase en Lo Pagán, es recordada con especial cariño por su contribución al desarrollo del pueblo.

Arquitectura y Actividades

El Colegio Público de El Escobar recibe el nombre de "Alzabara" por la gran abundancia de estos árboles. Fue inaugurado en los últimos años de la década de 1980 y consta de un aula, dos aseos y una pequeña sala para los profesores.

En la actualidad, y ante la ausencia de niños en la localidad, sólo asisten a clase los hijos de los trabajadores inmigrantes. Los maestros se desplazan desde Cuevas de Reyllo para dar las clases.

El colegio tiene un amplio patio en el que se han instalado atracciones de recreo.