La Cueva del Arco[Cieza]
La Cueva del Arco

El conjunto del Arco está formado por varios Abrigos, de los cuales sólo dos conservan pinturas, estudiadas por Joaquín Salmerón y Joaquín Lomba. El llamado Abrigo I está formado por varias cavidades rocosas, una principal que hace de vestíbulo y a través de la cual se acceden a las demás, aunque en la actualidad se hallan parcialmente sepultadas por el derrumbe del techo.

En la sala A del Abrigo I, el vestíbulo, se halló un molino de piedra, trasladado probablemente desde su entorno más inmediato. Sobre la superficie del molino se halló restos de pintura roja que a su vez estaba cubierta por una capa de calcita, lo que certifica su gran antigüedad, pues esta capa sólo puede haberse formado lentamente a lo largo de miles de años.  Además, en otra de las salas, la C, se halló un percutor de cuarcita con restos del colorante con el mismo tono utilizado en las pinturas, este objeto lítico sería utilizado probablemente para obtener el colorante, machacando y mezclando los productos naturales utilizados para obtener este color.

De todas las cavidades que forman este abrigo tan sólo en una se hallado pinturas rupestres, precisamente en la más escondida. Una de las características típicas del Arte Rupestre Paleolítico es la localización de sus manifestaciones en lugares  profundos a lo cuales no llega la luz del día. Es el caso de la Cueva del Arco, donde los restos de pintura se hallan en el lugar más profundo del Abrigo.  En esta sala se localizaron un total de 4 figuras, realizadas todas ellas en pintura roja aplicada en pincel; las figuras representadas son dos pequeñas cabezas de caballo, un cuadrúpedo indeterminado (podría ser bien un ciervo, bien una cabra) y un signo rojo formado por un haz de tres líneas verticales de desarrollo serpentiforme; este signo se ha documentado en numerosos conjuntos de Arte Paleolítico siendo el más cercano a la Cueva de Jorge el de La Pileta.