Flora

No existen grandes bosques en la pedanía de Cabezo de la Jara, aunque sí algunas zonas adehesadas que recuerdan tiempos más fértiles, contando entre sus especies con carrascas y robles.

La flora silvestre es en su mayor parte garriga (matorral), varias repoblaciones de pinos y restos de encinas.

Por lo tanto, la vegetación es de tipo mediterráneo, existiendo en el Collado de la Media Libra algunas repoblaciones de pino carrasco.

En las cercanías de la Casa Amarilla abunda el bosque de pino piñonero.

La fragilidad de la cubierta vegetal de la zona está sujeta a una serie de circunstancias entre las que se encuentran las condiciones climáticas, más próximas al clima subdesértico que al mediterráneo.

Fauna

La fauna de Cabezo de la Jara se encuentra en plena readaptación ya que existen algunas especies en claro auge mientras otras casi han desaparecido debido a los cambios en su hábitat, las condiciones climáticas y la escasez de masa arbórea.

Las águilas perdiceras, liebres y jilgueros forman parte de las especies que casi han desaparecido, como ha ocurrido con el cuervo.

En cambio, a consecuencia de la construcción de balsas para riego, los patos se instalan cada vez en mayor número.

Destaca también la tortuga mora, un animal amenazado por la captura sin control a la que ha sido sometido y con especial protección por parte de la ley. Tres son las zonas protegidas como Reservas Biológicas para esta especie dentro del Cabezo de la Jara:

  • El Cortijo de los Nopales, creada por convenio entre la Fundación Global Nature y sus propietarios, declarándose Refugio de Caza con la calificación de Estación Zoológica por la Administración Regional.

  • Los Cerezuelas y Los Papelones, ambas creadas por convenio entre la Fundación Global Nature y sus propietarios.