Tardorromanos en el cerro
La ocupación del Cerro de la Almagra se prolongó en época tardorromana y visigoda, como atestiguan los materiales hallados en la investigación arqueológica. En las excavaciones de la necrópolis se recuperaron dos fragmentos de estela sepulcral que, aunque carecen de inscripción, poseen un bajorrelieve. El estilo de estos adornos llevan a pensar que se trata de un hallazgo de procedencia visigoda.
Actualmente existen multitud de piezas en colecciones particulares encontradas en el recinto del cerro. Entre ellas destacan un collar de cuentas de diversos materiales, datado en el siglo V d.C.; un jarrón de bronce, supuestamente usado en los bautismos; y diversos materiales decorativos como hebillas y broches de cinturón.
Tras la conquista musulmana el cerro fue paulatinamente abandonado. El centro de población desarrollado en la actual Mula fue adquiriendo importancia, y las gentes se trasladaron a éste en detrimento de la ciudad fortificada del cerro, dentro de un traslado en el que tuvo mucho que ver el atractivo que ejercía la fértil huerta muleña.