Los trabajos arqueológicos realizados en la torre y en su entorno más inmediato documentaron varias fases de ocupación, siendo la medieval islámica la más importante.
A este momento histórico pertenece la torre y el lienzo de muralla. Ésta podría pertenecer probablemente a la entrada de una alquería islámica que los documentos citan en Ceutí, si bien otras interpretaciones consideran que podría ser una puerta acodada, similar a la de otras fortificaciones islámicas, que daría acceso al interior de un recinto fortificado.
En un momento posterior, probablemente a partir de mediados del siglo XIII y tras la cesión de esta localidad a un lugarteniente de Alfonso X, la torre fue modificada, reparándose algunos daños y recreciendo su altura. A pesar de la conquista cristiana de las tierras murcianas, éstas seguían siendo zona de frontera; las incursiones desde el reino de Granada eran frecuentes y por tanto, los castellanos no descuidaron el mantenimiento de las fortificaciones islámicas, reparando, reforzando o recreciendo allí donde hiciera falta.
Ya avanzado el siglo XV y alejado el peligro de incursiones islámicas debido al retraimiento de las fronteras del reino de Granada, la torre comenzó a perder su función defensiva, integrándose en las construcciones urbanas de Ceutí. La torre pasaría a formar parte de un ámbito doméstico. Ya durante el XIX se construyó una puerta en la muralla que daba acceso a una cochera que tenía a la torre y la muralla como pared útil.
