Campos del Río

   La pertenencia de Campos a los señores de Ayala obligaba a pagarles impuestos, los diezmos, a su señor. Éstos se sumaban a los impuestos reales. Con tanta carga, la situación de los habitantes era paupérrima. Se pleiteó en la Real Chancillería de Granada para tratar de remediar esta situación, pero la sentencia fue a favor de los Ayala.

   La expulsión de los moriscos

   El proceso comenzó con la Real Orden de 1609, que ordenaba la expulsión de España de los moriscos. En Murcia el proceso se retrasó por la imbricación de la comunidad morisca en el tejido económico. Finalmente fueron expulsados moriscos y mudéjares viejos en 1614. Algunos de los bienes de los expulsados fueron vendidos, pero la mayoría pasaron a poder real. El despoblamiento se agudizó, la desocupación de las tierras produjo que tanto la huerta como las instalaciones se volvieran baldías. Este largo y doloroso proceso supuso un duro golpe para toda la comarca.

   Siglo XVIII, Campos del Río ve la recuperación

   Progresivamente la población fue aumentando y las tierras volvieron a cultivarse. Se aumentaron los límites del regadío, haciendo obras en las acequias para restaurarlas y ampliarlas. Cuando en 1757 fallece Isabel Valcárcel Alemán, señora de Campos del Río y la Puebla de Soto, se hace inventario y partición de todos lo bienes que contiene su heredad. Los bienes del pueblo se dividieron en siete partes, por los siete hijos de la señora Ayala.