Noria y torre de la Iglesia [Reportaje Albudeite]
Noria y torre de la Iglesia
Juan Martínez García
Trabajos en esparto [Cieza_Museo Molino de Teodoro]
Trabajos en esparto


   Albudeite deja de ser un señorío

   Las Cortes de Cádiz promulgaron un decreto sobre la disolución de señoríos, pero con el regreso del Rey Fernando VII nunca se aplicaron. Durante la regencia de María Cristina, los liberales sacaron adelante la ley que abolía señoríos y mayorazgos en el año 1837. La transición del señorío jurisdiccional a la propiedad privada en la práctica supuso pocos cambios, pues los caciques locales siguieron ostentando el poder sobre los habitantes. Los viejos derechos señoriales debieron de ser comprados, por fin, en 1873. Tras pagar el Ayuntamiento una fuerte suma de dinero, Albudeite vio el final de un señorío que había durado varios siglos.

   La artesanía del esparto, en el que la población de Albudeite estaba especializada, fue su principal sustento. Además, se producía maíz, trigo, cebada, higos, lino, cáñamo, seda, aceite, fruta y ganado cabrío. Albudeite ha sido históricamente una población pequeña, encerrada en sí misma por su situación geográfica, aislada de las localidades vecinas. La construcción del Puente de los Barrancos en 1863 facilitó las comunicaciones del pueblo. En 1850 había llegado la canalización del agua de la fuente, desde el nacimiento hasta la localidad. En 1888 se arreglaron las calles. Los vecinos de la localidad asumieron los costes de las obras. El siglo XIX fue nefasto en cuanto a plagas se refiere. Muchos habitantes perdieron la vida por las fiebres amarillas, cólera y tifus, que penetraron en una comarca que no poseía atención médica. Los datos son escalofriantes, morían de golpe 40 ó 60 personas por oleada epidémica. Tal cantidad de defunciones trajo consigo que se creara en 1877 la plaza de médico, que Albudeite tuvo que compartir con Campos del Río.

   Siglo XX

   En 1922 llegó el alumbrado público a las calles de Albudeite. La contienda civil a finales de los años 30 produjo dolorosas heridas entre los vecinos. Se crearon las Juntas Locales de Libertad Vigilada, ante las cuales muchos vecinos tenían que presentar cuentas cada mes. Por otro lado, la destrucción de las actas capitulares y el resto de documentación histórica de Albudeite hacen muy difícil cualquier estudio acerca de su pasado reciente. En 1950 se construyeron nuevas escuelas y se aplicaron medidas para paliar el analfabetismo. Se llevó a cabo la escolarización obligatoria de todos los niños. En los años 1988 y 1989 dos riadas consecutivas destruyeron los espacios aledaños al cauce del Río Mula. A su paso, los puentes, plazas y demás infraestructuras quedaron desoladas. El pueblo hubo de afrontar con esfuerzo la reconstrucción de la zona, declarada como catastrófica.

   A finales del siglo XX el pueblo experimenta un desarrollo importante en sus infraestructuras. En la década de los 90 se construyen el Hogar del Pensionista, la Casa de la Juventud, la Biblioteca Pública Municipal, una pista polideportiva y la piscina infantil. Se remodela la antigua Casa-Cuartel de la Guardia Civil y se transforma en centro de servicios sociales. Existe una tradición que ha permanecido entre las gentes de Albudeite. Esta tradición consiste en plantar un álamo en la plaza. Se tiene constancia que desde 1890, en la plaza de la Iglesia se ha plantado este árbol, sustituyéndolo cada 60 años, que es la longevidad de esta especie.