Los restos arqueológicos encontrados en el Puerto de Mazarrón muestran rastros de cierta permanencia del ser humano del Paleolítico Medio en las inmediaciones del Cabezo del Faro, con una cronología que se remonta 185.000 años atrás.

  Los pecios fenicios abren el Puerto de Mazarrón al mundo

  Las primeras ocupaciones en la costa consistieron en puntos de embarque o talleres metalúrgicos. En las excavaciones subacuáticas realizadas en la Playa de La Isla del Puerto de Mazarrón en las décadas de los 80' y 90' del siglo XX aparecieron dos barcos o pecios fenicios enterrados a escasos metros de la orilla. A partir de ese momento se instaló uno de los mayores dispositivos de protección conocido en toda Europa, que protegía los pecios. Después de minuciosos estudios se concluyó que se trataba de dos barcos del siglo VII a.C., que se dedicaban al comercio de mineral. Las excavaciones arqueológicas parecen haber llevado a los investigadores a pensar que se debe esperar hasta época tardorromana para hablar de un hábitat costero, que estaría vinculado a la actividad pesquera, al menos desde el siglo II a.C. hasta el I d.C.

  La importancia del salazón de pescado y el primer núcleo de población estable

  La reactivación del litoral no se producirá hasta mediados del siglo XIV, con un desarrollo relacionado con la industria del salazón de pescado y las instalaciones vinculadas a esta industria. Pero, a pesar de estas constancias sobre cierto tipo de ocupación, habrá que esperar hasta mediados del siglo XVIII para hablar de un verdadero núcleo poblacional en la zona del Puerto de Mazarrón. La razón de este retraso reside en el peligro berberisco, que acechó las costas mazarroneras durante siglos, que remitía a que la población se asentara en el casco del municipio. La mayor seguridad del litoral (tras el tratado de Argel firmado en 1786, que frenaba las tareas relacionadas con el corso y la esclavitud) hace que comiencen a construirse viviendas alrededor de la costa.