San Roque[Nuestra Sra. de la Asunción]
San Roque
Políptico con varios santos y San Roque (Murano) [San Roque]
Políptico con varios santos y San Roque (Murano)

San Roque (Siglo XIV)

En 1795 el alcalde de Villanueva recordaba al obispo de Cartagena que la villa se encontraba bajo el amparo de su patrón San Roque:

"Con el debido respeto a V.S.I. digo que la Villa de Villanueva tiene por su patrono al glorioso S. Roque, por cuya intercesión alcanza nuestro pueblo la salud espiritual y corporal, mayormente en las actuales circunstancias en que se halla afligido con calenturas malignas (fiebres tifoideas, brucelosis o paludismo); y en obsequio de nuestro Santo, ha costeado el caudal de los que componen el Ayuntamiento para la Imagen que se halla finalizada y depositada en la Iglesia de S. Juan Bautista de Murcia.

En Murcia, a 30 de Junio de 1795".

Orígenes etimológicos

Entre finales del siglo XIII y comienzos del XIV, la fecha no es exacta, nacía en la ciudad de Montpellier el niño que llevaría por nombre el curioso nombre de Roche, en francés roca, si bien los modernos estudios hagiográficos creen que el nombre derivaría de otros santo, San Racco de Autun, a quien se invocaba durante las tormentas, una curiosa combinación lingüística habría convertido a San Roque en el protector contra la peste, epidemia que podía pasar de comarca a comarca a través de aires y tempestades.

Roche, o Roque, era hijo del gobernador de la ciudad y de madre italiana, de familia acaudalada y devota. Siempre se cuenta que nació con una peculiar señal en el pecho: una cruz.

Peste en Roma

Tras perder a sus padres muy joven, tras una visita a la ciudad del Papa Urbano V sintió el deseo de peregrinar hasta Roma. Al llegar a Aquapendente, al norte de la ciudad eterna, se topó con un territorio invadido por la peste bubónica. Roque cuidó a muchos enfermos e incluso sanó a alguno de ellos, como el hermano del Papa, el cardenal Anglic.

Estuvo en Roma hasta 1371, momento en el que se desplazó hasta otras ciudades, Rimini, Cesena, Mantua, Novara, y Parma, siendo Cesena una de las más afectadas por las epidemias. Estando en Piacenza Roque cayó enfermo, y creyendo morir se retiró a un bosque. Pero en su ayuda al bosque acudió un perro que le llevó comida y cuidó de él hasta que, milagrosamente, se recuperó. Roque volvió a Piacenza y curó a muchos vecinos con tan solo signar sus frentes.

Poco se sabe de la posterior vida del santo, ni de cuando pudo volver a Francia, quizá cayera prisionero, acusado de espionaje, en la ciudad fronteriza de Angera y muriera en prisión pocos años después.

Concilio de Constanza

Durante el concilio ecuménico de Constanza de 1414, ciudad que vivía el asedio de la pestilencia, los participantes rogaron públicamente por la intercesión del santo para acabar con la plaga, y así ocurrió. En 1439 era Ferrara la que suplicaba al santo y conseguía que la peste cesara.

En 1485 las reliquias de las curaciones del santo se trasladaban a la iglesia veneciana de San Rocco y no sería hasta siglos después cuando se admitiera su canonización, con el Papa Gregorio XIII.