Primeros asentamientos

  Las tierras del término municipal de Bullas han conocido durante la época prehistórica diversos asentamientos, como demuestran los yacimientos descubiertos en varios de sus parajes. Entre ellos, el Cabezo Gordo y el Pasico de Ucenda han permitido documentar que los primeros pobladores se remontan a, aproximadamente, cuatro mil años atrás. También hay restos de ocupación humana durante el período Eneolítico en el paraje de Cuesta Arregui. Además existen abundantes restos de la cultura argárica en El Castellar y Lecrín.

  La civilización romana encontró en las zonas cercanas a La Copa un lugar ideal para desarrollar sus labores agropecuarias, como los de Fuente Mula, Fuenblanquilla, La Loma o Los Cantos. En este último se encontró una pieza arqueológica sobresaliente y en excelente estado de conservación, una escultura del dios Baco niño con racimos de uvas. Este detalle da cuenta de la importancia y antigüedad del cultivo de la vid y la producción vinícola en la zona. Esta pieza se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.

  Hallazgos arqueológicos

  A muy escasa distancia del núcleo habitado de La Copa de Bullas, en los terrenos del Campo de Cagitán, está situada la hacienda de Los Cantos, perteneciente en términos geológicos a la cuenca del río Mula. Este enclave tuvo una relativa importancia en el proceso de colonización romana de la comarca del Noroeste. Fue descubierto debido al interés del vicario de Caravaca, quien llevó a cabo en el siglo XIX excavaciones parciales, que sacaron a la luz restos de un conjunto termal y un mosaico.

  En tiempos recientes ha sido financiado un campo de trabajo arqueológico por la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y el Ayuntamiento de Bullas. Gracias a estas labores se han documentado los restos de un praetorium rectangular de mil quinientos metros cuadrados, que evidencia el diseño arquitectónico de una villa rural de bloque simple, en torno a un patio central provisto de aljibe.

  Tras un laborioso análisis de los restos cerámicos y arquitectónicos se han establecido dos fases diferenciadas en la ocupación del citado recinto: fundación de la villa durante la dominación imperial de Claudio y Nerón (siglos I y II d.C.); y un segundo período, caracterizado por una serie de trabajos de remodelación, entre los años 190 al 390 d.C. La expansión imperial romana dejó sus huellas en otros enclaves de los alrededores, como son los de El Carrascalejo, La Almazara, Tuéstar y El Chaparral. Todos ellos, aunque estrechamente ligados a la Historia de Bullas y de La Copa, no pertenecen a su término municipal.