Renovación de Totana a partir del siglo XVI

  En 1555 se fundó la villa de Totana. El municipio fue paulatinamente creciendo en número de habitantes debido, entre otros factores, a las inmejorables condiciones naturales con las que contaba la tierra de la comarca para el cultivo. El aumento demográfico obligó al Concejo a extender los terrenos del municipio hacia las tierras bajas del río Guadalentín, abarcando el Raiguero y el territorio que ocupa la actual Lébor.

  Este panorama de crecimiento experimentó episódicamente bruscas interrupciones, motivadas por las sucesivas epidemias de peste que devastaron la zona a lo largo del siglo XVI, auténticos azotes cuya virulencia solía aumentar en años de malas cosechas que desataban hambrunas entre la población, debilitándola y predisponiendo sus organismos al padecimiento de enfermedades.

Siglo XIX.  Primer núcleo importante y el molino de Hinojar

 El primer núcleo urbano de la pedanía surgió con las viviendas construidas a comienzos del siglo XIX por los terratenientes de la zona, edificaciones entre las que destacaban especialmente la  casa Alta y la casa Colorada. En estos mismos guarismos cronológicos Lébor emerge como población de la villa de Totana, adquiriendo su denominación del accidente geográfico que recorre la diputación de norte a este: la Rambla de Lébor. También en las primeras décadas del XIX comienzan a menudear los talleres y molinos, alguno de estos últimos están aún en funcionamiento, como es el caso del molino de harina que se encuentra en la antigua carretera de Hinojar.

  El siglo XX, la escuela unitaria de Lébor

  Durante las décadas centrales del siglo XX, la pedanía potenciaba su agricultura, pero carecía de elementos esenciales, como por ejemplo un centro educativo. A finales de los años 50' y principios de los 60' se construyó la escuela unitaria de Lébor para paliar esta deficiencia.

  En los años 80' la zona se volvió muy atractiva para los habitantes de los municipios de la comarca por los precios bajos de los terrenos y su situación privilegiada cerca de Totana y Lorca. La gente solicitó permiso para construir nuevas viviendas en la zona, pero el Ayuntamiento de Totana puso numerosas trabas a estas nuevas licencias y se produjo un verdadero éxodo de vecinos, tanto originarios como nuevos hacia la capital municipal y las tierras que rodean Totana. Sólo unos cuantos pobladores de Lébor no aceptaron la negativa y construyeron sus viviendas sin licencia, regularizándose años después la situación de esas casas. A raíz de estos hechos la pedanía quedó reducida a un pequeño núcleo de viviendas.

  Década de los 90': avance en la calidad de vida  

  Entre los años 93 y 94 distintas empresas hortofrutícolas y de embutidos recalaron en la zona y comenzó un proceso de avance económico progresivo. En 1996 tuvieron lugar las primeras Fiestas Patronales del pueblo en honor a San Pedro Apóstol y se creó la Asociación de Vecinos de Lébor, gracias a sus reivindicaciones se obtuvo un sistema completo de recogida de basuras, alumbrado público y agua corriente para toda la pedanía, de manera que la población siguió una línea ascendente hasta la actualidad debido, entre otros factores, a las buenas comunicaciones, al entorno inmejorable, la llegada de empresas y las facilidades en la construcción.

  También en la década de los 90' la escuela unitaria sufriría una reforma, añadiendo una segunda aula, para completar la mayor demanda de plazas en educación primaria. En 2003 se construyó la Ermita de San Pedro por una iniciativa vecinal y con fondos del Ayuntamiento, mientras que en 2005 el Ayuntamiento de Totana financiaría un aula de acceso gratuito a Internet mediante el proyecto Internet Rural.