La Historia de la pedanía totanera de Lébor se remonta a tiempos eneolíticos y de la cultura argárica, como demuestran los restos arqueológicos hallados en los yacimientos del Campico de Lébor y La Bastida. La pedanía  ha actuado desde la Antigüedad como despensa de las localidades cercanas, dadas sus grandes extensiones de cultivo. 

  En época romana sus campos serían cultivados por los habitantes del Valle del Guadalentín. Durante la dominación musulmana Aledo aprovecharía las buenas condiciones de Lébor para la agricultura, y desde el siglo XVI pasaría a ser la villa de Totana quien disfrutaría de las cosechas de estas tierras. A finales del siglo XVIII se consolidó una estructura de la propiedad basada en grandes explotaciones agrícolas, erigiendo los grandes terratenientes viviendas que representarían el germen de la actual pedanía de Lébor.

  Ya en el siglo XX, la localidad siguió con una orientación agrícola, experimentándose en los años 80' un éxodo poblacional importante. Este proceso de despoblación se invertiría a finales de los 90' gracias a la instalación en la pedanía de nuevas infraestructuras y la llegada de empresas, aspectos que han provocado que Lébor disfrute en la actualidad de su mejor época.

  Agradecimiento especial a José Cánovas López, Julián Cánovas Romero, José Cánovas López y Juan Pagán Sánchez, alcalde pedáneo de Lébor.