Madera policromada.

Es la representación de la Virgen María bajo la advocación de la Purificación o Candelaria.

En el Nuevo Testamento, es María (la madre de Jesús) la única mujer a la que se aplica como un título el término Virgen.

La purificación es la virtud opuesta a la lujuria, incluye limpieza física, alejamiento de todo lo que no es limpio, de lo enfermo o corrompido.

La imagen de la Purificación constituye una protección contra el paganismo. Su fiesta está asociada al día de las expiaciones del pueblo pecador.

La Virgen María adquiere esta advocación porque ella no contiene en sí misma la impureza esencial del ser humano: el pecado.

El cuerpo de la imagen está cubierto por un manto, destaca un color azul, símbolo de pureza y realeza. Se levanta la imagen sobre una media esfera, simboliza su dominio sobre la Tierra. Asoma un pie descalzo, para demostrar que su desnudez es pura.

En su brazo derecho sostiene a Jesús, con el que se establece un diálogo místico, a la vez que nos permite ver la sensibilidad de rasgos en el rostro de la talla. Mientras que con el brazo izquierdo sostiene una vela o candela para hacernos ver que ella porta a la luz del Mundo, que es su propio hijo: Jesús.

La representación de la candela o vela encendida hace que esta advocación sea también tomada como Virgen de la Candelaria. Está unida además, a la acción purificadora que tiene el fuego, al mismo tiempo que sirve guía y luz del pueblo.

La imagen es de una notable esbeltez, los pliegues del manto que arropan a la virgen le confieren sensación de altura. Bajo el manto se insinúa el cuerpo de la mujer, que tras su cabeza tiene una aureola para mostrar de nuevo su santidad.

Observaciones:

El día de la inauguración del templo se repartieron unas tarjetas con la imagen de Ntra. Sra. de la Purificación. Detrás se leía la siguiente oración:

Para Gloria de la Santísima Trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo y en honor de la Inmaculada Virgen Santa María de la Purificación se consagró el Altar en su Templo de Barranda.

Ofició: Iltmo. Sr. D. Pedro Pérez García, Provicario General del Obispado.

Día: 1º  de Febrero de 1966.

Nombre: Nuestra Señora de la Purificación, patrona de Barranda.

Objeto: Escultura.

Autor: Hernández Cano.

Fecha: Siglo XX, años 60.

Ubicación: Iglesia Ermita de la Purificación o de la Candelaria de Barranda.