Iglesia de Santa Gertrudis en Marchena (Lorca) [Marchena_Lorca]
Iglesia de Santa Gertrudis en Marchena (Lorca)

  Distintos sucesos destacables

  A la agricultura de subsistencia de la huerta de Marchena le costó hacerse competitiva e integrarse en el mercado nacional. La economía de la Diputación lorquina estaba especializada en el sector primario, lo cual la hacía muy sensible a cualquier mal que afectara a las cosechas.

  El aumento de población hizo que existiera demasiada mano de obra que, ante el escaso trabajo en los campos de Marchena se vio empujada a la emigración. Algunos encontraron sustento en la vecina ciudad de Lorca o en Murcia, pero otros hubieron de marchar más lejos, a Almería, Cataluña, incluso a Francia. A principios del XIX se produce la tragedia de la rotura del Pantano de Puentes y los campos de Marchena quedaron anegados y las infraestructuras de riego destruidas, lo que se sumó a las catástrofes naturales de sequías, malas cosechas o riadas.

  Una luz al final del túnel

  Sólo a finales del siglo XIX comenzó a verse una recuperación de la población y de la economía. La alternancia de los distintos regímenes políticos apenas tuvo repercusión sobre la Diputación de Marchena. Afectaban de manera indirecta, eso sí, los cambios que se producían en Lorca.

  En las últimas décadas del siglo XX, el panorama agrario e industrial mejora para la localidad y su entorno. El suministro de agua, que se había convertido en un problema, comenzó a solucionarse gracias a la aprobación del Plan de Mejora del Regadío de Lorca y la llegada de las esperadas aguas del Trasvase Tajo-Segura. Las consecuencias de estas actuaciones fueron la ampliación del regadío. Estos nuevos cultivos se beneficiaron de los avances tecnológicos del sector, sus productos resultaron más competitivos y se hizo posible la comercialización de sus cosechas.