Zarcilla de Ramos

  Los primeros vestigios de población del municipio de Lorca se hallan en las inmediaciones del río Turrilla, exactamente en el Cerro Negro de Jofré. Se trata de unos instrumentos de sílex correspondientes al Paleolítico.

  Peña María, un emplazamiento estratégico

  Peña María fue objeto de prospecciones y excavaciones arqueológicas, que arrojaron luz sobre una serie de yacimientos con estratos de distintas épocas. Se ha constatado la ocupación de este territorio en un amplio periodo de tiempo, que abarcaría desde el Eneolítico hasta el Medievo. Durante el III milenio a.C. se asientan las bases de la agricultura y la ganadería. En todo el Sureste peninsular prosperan multitud de asentamientos al aire libre como el de Peña María. Esta fase, conocida como Eneolítico, presenta un desarrollo constatado en los restos cerámicos y líticos hallados en los yacimientos. En el yacimiento hallado en la Peña se rescataron los restos de una necrópolis.

  El Argar y lo íbero de Peña María

  Peña María supone un enclave estratégico por el dominio que ejerce visualmente sobre el cauce del río Turrilla. Gracias a ello en este lugar se fue produciendo una transición natural a la cultura argárica. Posteriormente el pueblo íbero ocupó los emplazamientos más ventajosos, creando una continuidad de los hábitat. Así, estos pobladores llegaron a entrar en contacto con otros pueblos del Mediterráneo, como griegos y fenicios. Finalmente, la cultura íbera acabaría siendo asimilada por el pueblo romano en sus acciones de conquista.