En el año 2000 unas excavaciones en el Santuario de la Virgen de las Huertas, cercanas a la escalera de la Totta Pulcra, rebelaron la existencia de un muro califal, que correspondería a una obra civil, un palacio, que habría sido abandonado en el siglo XI. Aunque los materiales que se descubrieron no fueron abundantes, pocos restos de cerámicas, este descubrimiento evidenciaría un primer núcleo poblado en Tiata durante la época de dominio musulmán. Junto a estos restos islámicos se evidenciaron también los de una ermita medieval y la reutilización de los materiales de estas construcciones islámicas y medievales en el edificio moderno del santuario y convento franciscano.

  Las primeras referencias documentales de Tiata corresponden al segundo repartimiento del territorio lorquino, que se hizo tras la Reconquista castellana, entre 1268 y 1270. Durante este repartimiento se adjudicaron parcelas de distinta categoría, tierras de fondón, para hortalizas y cereales; tierras de morgón para viñas y huertas gerboladas, para frutales. Los beneficiados por este reparto eran gentes de diversa condición: caballeros, adalides, peones y ballesteros.