Los Dolores

  Una pequeña ermita: primer hito en el paisaje dolorense

  En la centuria del siglo XIX Pascual Madoz Ibáñez realiza una descripción de Beniaján en su 'Diccionario Geográfico Estadístico-Histórico de España y sus Posesiones de Ultramar', fechado en 1850. Asegura que la población contaba ya con 255 casas y dos escuelas de primeras letras, una para los niños y otra para las niñas. Se erigía en su término una iglesia de tercera clase y los terrenos que circundaban el casco urbano eran de excelente calidad, comprendiendo secanos de olivos y 4.798 tahúllas de riego, fertilizadas por el río Segura.

  En esta descripción, Pascual Madoz alude a la existencia en Beniaján de varias ermitas, entre las que se encontraba la de Nuestra Señora de Los Dolores, cuya ubicación coincide con la actual pedanía de Los Dolores. A finales del siglo XIX Beniaján asiste a la llegada del ferrocarril y a un progreso económico extraordinario de su término. Surgen nuevas industrias y comienzan a destacar las empresas derivadas de la agricultura, el número de habitantes crece y el núcleo urbano se empieza a extender por el barrio de La Tana.

  Los Pardo y las primeras casas en el lugar

  Beniaján se adentra en el siglo XX con su subida en el tren del desarrollo y el progreso. En la década de los años 20', Los Dolores aparece como un lugar casi vacío, en el que tan solo la ermita lo distingue y otorga entidad dentro del pueblo. Esta construcción se erigía junto a la casa de los dueños del solar, que era la familia Parrado. Estos terrenos fueron vendidos y los aledaños de la ermita comenzaron a edificarse y poblarse.

  Con el crecimiento demográfico se produjo la disociación del lugar en dos partidos: el partido de Beniaján y el de San Benito, que quedaban divididos por la calle principal del pueblo. Hasta su segregación, Los Dolores era un lugar conocido como ermita de Los Dolores, cuyo mantenimiento corría a cargo de un conjunto de vecinos, los 'Hermanos Mayores', que recaudaban fondos y se preocupaban de que todo estuviese cuidado y en buen estado.

  El nacimiento de Los Dolores como pedanía independiente

  En la renovación padronal de 1950 aparecen diversas entidades de población en el término de Beniaján, entre las que se encuentra la diputación de la Azacaya, dentro de la que se encuadra también el núcleo de población de la Ermita de Los Dolores, manteniéndose tal distribución y denominaciones en el padrón de 1955. La necesidad de los dolorenses de gozar de una comunicación con la administración central más directa y autónoma les lleva a conseguir su segregación de Beniaján y de San Benito y a nacer como pedanía dependiente del Ayuntamiento de Murcia, el 27 de Octubre de 1957, siendo su primer alcalde D. Manuel Muñoz.

  En el Pleno del Ayuntamiento de Murcia, en sesión celebrada el 23 de Noviembre de 1960, la diputación de Azacaya pasaba a denominarse de Los Dolores. En el padrón de 1960 la pedanía de Los Dolores alcanza la cifra de 2.803 habitantes, que se irá incrementando hasta alcanzar los 3.112 en tan solo cinco años. La población dolorense continúa su evolución hasta llegar en 1981 a la cifra de 4.949 habitantes y de 4.567 en 1996.

  Actualmente Los Dolores es una pedanía murciana que comprende los núcleos de La Azacaya (226 habitantes), Carril de la Enera (112 habitantes), Los Dolores (2186 habitantes) y Rincón de los Ciegos (73 habitantes), con un importante diseminado en el que residen 1.760 personas. Los Dolores es una típica pedanía huertana, que tiene en el sector servicios el principal motor de su economía. El crecimiento urbano ha sido extraordinario en los últimos años, debido en gran medida a la tendencia cada vez mayor de la población murciana de vivir en zonas residenciales, cercanas a la capital, pero lo suficientemente alejada de su contaminación y ruido.