La época musulmana, el molino de Bendamé o Binadel
La presencia musulmana se puede atestiguar en El Siscar gracias al Molino de Bendamé, datado entre los siglos IX-XI, y que estaría situado sobre la acequia de Zaraiche. El molino utilizaría la fuerza de las aguas para moler el grano, además de servir como sifón para dar fuerza a la corriente del agua. La presencia musulmana también dejó otras estructuras en la zona, como son las acequias para la conducción de las aguas (acequia de Zaraiche).
Toda la zona sería reconquistada por los cristianos en el siglo XIII, pero quedaría como frontera entre Orihuela y Murcia dos territorios enfrentados por ser linde entre la Corona de Aragón y la de Castilla. Esta situación no se vería superada hasta la unificación de las dos Coronas bajo el reinado de los Reyes Católicos en el siglo XV, aunque El Siscar aún tendría que esperar algunos años para ver la luz como ente poblacional.
La Edad Moderna resulta difícil de delimitar en El Siscar, ya que existen pocos documentos que plasmen sus huellas, aunque sí se tienen evidencias de que en 1713 se construyó una pequeña ermita y de que la localidad nacería aproximadamente a mediados del siglo XVIII alrededor de ella. El templo estaba bajo el patronato de San Jaime y Santa Ana, debido a que su constructor se llamaba Jaime y su mujer Ana. En la actualidad la advocación de la Ermita es Ntra. Sra. de los Ángeles.
Complicados inicios del siglo XIX
Durante las primeras décadas del siglo XIX la población contaba con grandes terrenos alrededor, en manos de la comunidad religiosa de la zona dedicada a San Felipe Neri, pero las desamortizaciones de Mendizábal hicieron que las tierras fueran vendidas a importantes familias como los Murcia y los Barcala. Años después, de nuevo la ermita sería comprada por una comunidad de frailes.
Uno de los primeros datos manuscritos que se poseen de estas tierras santomeranas lleva al Archivo Municipal de la ciudad de Murcia, donde se encontró un documento de 1861 en el que la población del partido de El Siscar pedía al alcalde de esta ciudad que se dispusiera de un estanco en la localidad, especificándose además que la población contaba con doscientos habitantes que vivían en barracas de huerta.
El Siglo XX y el surgir de El Siscar actual
En la década de los años 20 del siglo XX se tiene nuevos datos acerca de la localidad, ya que se construyó la carretera que comunicaba las provincias de Alicante y de Murcia, la N-340. Este hecho supuso la instalación junto a la vía de algunas casas para los peones camineros que trabajaban en las obras, que podían alargarse hasta varios años. A partir de estas casas originales y alrededor de la nueva carretera se vertebró la actual localidad de El Siscar. Esta pedanía contó con Ayuntamiento propio, junto con Santomera, durante la primera mitad de este siglo, pero poco después volvieron anexionarse a Murcia. En los años 60' se erigió, sobre la antigua Ermita, la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles.
Creación del municipio de Santomera
En 1978 El Siscar se unió a Santomera y Las Matanzas en el municipio de Santomera, y el pueblo obtuvo beneficios de este progreso, ya que un año más tarde se decoró y pintó la parroquia con fondos municipales. Las décadas de los 80' y 90' supusieron el avance de la pedanía en calidad de vida y en prosperidad económica, surgieron fábricas, llegó el agua del trasvase Tajo-Segura que enriqueció las tierras, y se elaboraron proyectos municipales importantes en El Siscar como el polideportivo, las instalaciones para los festejos o la Casa Socio-Cultural Príncipe Felipe de 1999.
