Las carreras de cintas a caballo es una costumbre muy arraigada en el Campo de Murcia y Cartagena, afición de los jóvenes campesinos llevada a cabo dentro de los actos que año tras año se celebran en las fiestas patronales de la localidad de Los Martínez del Puerto. Sobre sus engalanadas monturas compiten para conseguir el trofeo, una cinta bordada y un beso por alguna de las jóvenes damas sentadas en el palco de honor.

     Con el paso de los años este festejo fue introduciendo nuevos sistemas, en los años cincuenta y sesenta del siglo XX se hacían también carreras de cintas en bicicleta, pero actualmente vuelve a renacer la tradición, utilizándose preciosos caballos enjaezados.

     Al parecer no ha cambiado demasiado el sistema de competición desde aquellos remotos tiempos. Los hombres que desean participar se apuntan para el torneo, mientras que las damas que han bordado unos pañuelos de seda, permanecen en el palco. En el lugar de la carrera se coloca un alambre cogido a dos palos, en el que se introducen unos carretes con cintas de colores, cada una de las cuales corresponde a una de las damas.

     Los caballistas inician la carrera, con los estribos alzados o bien subidos sobre la silla de montar, para lograr alcanzar la altura a que está el mencionado alambre. Con un punzón de madera intentar enganchar la anilla de alguno de los carretes y silo consiguen, se acercan hasta el palco, subidos en su caballo, en donde la dama correspondiente a esa cinta, le impondrá el pañuelo cogido en bandolera, felicitándole con un beso o simplemente estrechándole la mano.

Tomás García