El siglo XIX
En 1821, el pequeño poblado se separó de Churra y fue reconocido como paraje de Murcia. Sin embargo, siguió dependiendo de Churra, a nivel político y eclesiástico (de la parroquia de la Encarnación). Fue a partir de 1897 cuando acabó esa situación, y esta diputación del Norte de la Huerta de Murcia recibió el nombre de Cabezo de Torres. También a fines del siglo XIX acabaron las obras de la iglesia parroquial, siendo obispo Tomás Bryan Livermore.
Época actual, riqueza y crecimiento
Desde los primeros años del siglo XX, Cabezo de Torres fue una de las pedanías de Murcia que mayor desarrollo experimentó, tanto a nivel demográfico como económico. De los 4.022 habitantes que había en 1950, pasó a los 9.280 en 1996. Es una de las pedanías más pobladas y cuyo crecimiento ha sido más rápido. En 2004 alcanzaba ya los 11.114 habitantes, repartidos en tres núcleos de población: el centro urbano, la huerta y el barrio de María Auxiliadora.
La agricultura tradicional (cítricos y hortalizas) sigue domindado buena parte del paisaje de Cabezo de Torres, pero su impacto económico es menor. Cada vez más la población se emplea en el sector servicios (construcción, comercio...) y la industria manufacturera. Además, desde la década de 1990 esta zona Norte del municipio de Murcia, que forman Cabezo de Torres y Churra, se ha consolidado como área residencial y recreativa para los habitantes de la capital.
