En la pedanía de Monteagudo, al Noroeste de capital murciana, se ubica esta ermita recientemente restaurada que, pese a no ser lugar de culto parroquial, participa del templo parroquial de Nuestra Señora de la Antigua.

Está dedicado a la advocación de San Cayetano y en su rehabilitación se han desprendido algunos de los edificios anexos que afeaban su estética.

Este templo, pese a sus reducidas dimensiones es de planta de cruz latina, de una única nave. Sobre su crucero se alza una cúpula sobre tambor cuadrado, muy del gusto de las construcciones barrocas, y más concretamente de aquellas que siguieron las trazas de las construcciones palladianas.

En el exterior, llama la atención lo estilizado de su alzado y la escasez de vanos, los cuales se sitúan tan solo en el crucero y en la puerta de entrada.

El revoque de la fachada es liso, quedando marcados los contrafuertes blancos de la nave principal y las esquinas del crucero.

Las cubiertas son a dos vertientes, tanto en la nave central como en el crucero.

Datos de interés

Aunque la mayor parte de las trazas de este edificio son contemporáneas, conserva obras de imaginería de destacado valor artístico.

El interior del edificio, además de albergar al santo patrón en un pequeño altar, se distribuyen en varias capillas, con decoración polícroma, para varias advocaciones.

Aquí se encuentra un niño Jesús, talla de madera policromada, que probablemente se alojaba en la primitiva iglesia parroquial de la Virgen de la Antigua, destruida en 1936. Este Niño Jesús se cree que es del siglo XVII, ya que su corona de plata esta datada en este siglo. Las características estéticas de este Niño lo sitúan en una época anterior a las primeras obras de Salzillo. Sin embargo, otro Niño Jesús, el que sostiene la Virgen del Rosario, también talla de madera pero esta vez desnudo, sí se sitúa en la corriente estilística del siglo XVIII y en la tipología del barroco murciano, aunque su figura estilizada no lo relaciona con las obras salzillescas.

Atribuida a Salzillo era la imagen de la Purísima Concepción, destruida durante la contienda Civil,  que fue sustituida, como en otros muchos casos, por la actual imagen de Sánchez Lozano, copia fidedigna de la iconografía del maestro del siglo XVIII.

Así, se ha recuperado parte del patrimonio de Monteagudo tanto en su aspecto religioso como en el arqueológico, ya que en la plaza de la Iglesia se han documentado yacimientos arqueológicos y se ha podido conservar parte de la calzada romana. Estos hechos evidencian la permanencia, a través de los siglos, de un núcleo urbano importante.