Chirimoyas en el mercado [Chirimoya]
Chirimoyas en el mercado
Detalle de las semillas [Chirimoya]
Detalle de las semillas

   En el mercado

    La temporada ideal para conseguir chirimoyas en el mercado son los meses de invierno, ya que es en este periodo cuando madura y dispone de mejores sensaciones gustativas, olfativas y mayores porcentajes de propiedades nutritivas.

    Es aconsejable adquirir las chirimoyas cuando aún están algo verdes, ya que prosiguen su maduración una vez recogidas.

    Para encontrar las frutas apropiadas es necesario que presenten una piel sin imperfecciones y con colores verdes oscuros, aunque comenzando ya a aclararse. Se deberán evitar los frutos pequeños, pues es posible que contengan un mayor número de semillas, así como ejemplares que a simple vista muestren defectos o golpes.

    La conservación de las chirimoyas en casa resulta una tarea ardua y complicada, puesto que esta fruta no soporta temperaturas que bajen de los 8 grados,  perdiendo sus propiedades, mostrando oscurecimiento de la cáscara y transmitiendo texturas arenosas en la boca.

    Las chirimoyas se clasifican con diferentes denominaciones o categorías en el mercado, pudiendo ser:

    Extra. Excelente calidad, coloración, tamaño y desarrollo típico de cada variedad. Frutos sin defectos.

    Categoría I. De buena calidad con forma, desarrollo y coloración típico de cada variedad. Son admitidas ligeras imperfecciones que no alteran el aspecto general. Se incluyen frutos asimétricos.

    Categoría II. Calidad media. Pueden mostrar defectos de coloración o forma, alteraciones y punteado de la epidermis que no superen el 10% del total del exterior de la fruta.

    Categoría III. Ejemplares no clasificados en las anteriores categorías pero con la suficiente calidad como para ser consumidas.

    En la mesa

    La chirimoya se consume generalmente fresca, desprendiendo un rico e intenso aroma que precede a sabores dulzones y ácidos, definidos como una sensación que aúna las cualidades de piñas, peras y plátanos.

    Las piezas que se consumen en la Región de Murcia se utilizan gastronómicamente como postres en comidas y cenas invernales. El proceso resulta muy sencillo, ya que tan sólo es necesario cortar la pieza en dos porciones similares y, con una cuchara, comer el interior con cuidado de no tomar la piel y salvando sus numerosas pepitas.

    También resulta un ingrediente ideal en postres como cremas, mermeladas, sorbetes, macedonias con otras frutas, batidos o helados.