La uva es el fruto de la parra o vid, conocida en botánica como Vitis vinífera, una planta trepadora que puede llegar a superar los 20 metros pero que por la acción del ser humano, con podas anuales, suele presentar alturas de 1 o 2 metros. La uva es una fruta carnosa que nace en largos racimos formados por granos redondos u ovalados, cuyo diámetro medio es de 1,6 centímetros y su peso 200-350 gramos (tanto el tamaño como el peso se refieren a los estándares ajustados a las normas de calidad de la comercialización de las uvas). El color de su piel es diferente según variedades, pudiendo lucir tonos verdosos, rojizos, púrpuras, azulados o amarillentos. Su pulpa es jugosa y dulzona, presentando diversas pepitas pequeñas y duras en su interior.

Variedades

En la Región de Murcia existen dos tipos distintos de uvas de mesa, con y sin pepitas.

Entre las primeras destacan las variedades Dominga, Napoleón, Red Globe, Moscatel y Aledo. Sus granos son gruesos y la recolección se realiza desde mediados de agosto o primeros de septiembre, hasta diciembre.

Las apirenas se comercializaban hace algunas décadas para la elaboración de pasas, apenas se consumían en fresco debido a su inferior tamaño. No obstante, técnicas de cultivo especiales (podas, aclareos de racimos, anillado o aplicación de fitorreguladores exógenos) hicieron que las uvas sin pepitas alcanzaran un tamaño comercial mejorando su aspecto y calidad, pasando en pocos años a ser las más demandadas por los consumidores. En la región, desde los años 80 del siglo XX el Departamento de Viticultura y Enología del CIDA, está desarrollando un programa para introducir y seleccionar, sobre todo, variedades apirenas. En la actualidad se cultivan cerca de 3.000 hectáreas destacando las Sugraone, Flame Seedless, Dawn Seedless, Centenial Seedless, Thompson Seedless, Autumn Seedless y Crimsom Seedless.

Propiedades nutritivas y salud

Entre los nutrientes que aportan las uvas destacan los azúcares y las vitaminas. Los primeros (sobre todo glucosa y fructosa) aportan calorías al organismo, mientras que las segundas (ácido fólico y vitamina B6) intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis de material genético y la formación de anticuerpos del sistema inmunológico, por lo que resultan especialmente recomendables durante los primeros meses de gestación ya que puede prevenir la espina bífida o diversas alteraciones en el desarrollo del sistema nervioso del feto. También ayudan las vitaminas, concretamente la B6, a mantener las funciones habituales del cerebro.

Los compuestos fenólicos presentes en la uva son los responsables de su color y sabor, proporcionando además una potente acción antioxidante. Entre ellos están siendo objeto de numerosas investigaciones los taninos, antocianos y flavonoides, mostrando su eficacia para bloquear el crecimiento de tumores.

En concreto los flavonoides favorecen la circulación en las arterias por medio de la vasodilatación que aumenta el flujo sanguíneo y combate la arteriosclerosis. Debido a estas características la uva fortalece el buen estado de las arterias y por lo tanto del corazón.

El contenido en fibra de las uvas les confiere propiedades como suave laxante, por lo que se recomienda su consumo sin pelar y con pepitas en personas que sufren estreñimiento. Así mismo son una fruta aconsejable por su efecto diurético, beneficioso en casos de gota, litiasis renal, hipertensión arterial y otras dolencias asociadas a la retención de líquidos.