El laurel es una planta aromática de uso frecuente en la gastronomía tradicional. Sus propiedades saludables se han trasladado a la cocina como un complemento nutricional importante.

El laurel presenta un aroma balsámico, intenso, fresco y dulce, con una nota de picante.

El uso más habitual es la hoja seca y entera, que aunque presenta un olor menos intenso que el fresco, el proceso de secado mejora su sabor eliminando el amargor. Se puede añadir a la cocción o espolvorearlo sobre el plato una vez elaborado.

Condimento gastronómico

Combina excelentemente con carne de caza, pescados azules y legumbres. El laurel ofrece un paladar peculiar a las verduras y arroces. Además, las carnes rojas de cerdo, ternera o cordero, tanto estofadas como a la brasa refuerzan su sabor. Algunas frutas de invierno como la manzana o la pera condimentadas con laurel brindan sabores sorprendentes.

Las hojas de laurel son idóneas en los platos cocinados a fuego lento, casando a la perfección con otras hierbas aromáticas como el perejil o el tomillo. Se añaden como aromatizador de estofados, adobos, salsas de carne o pescado, guisos de legumbres y verduras, sopas, cremas o parrilladas. Antes de servirse es aconsejable retirar las hojas enteras, ya que su dureza puede provocar cortes en los comensales.

En fresco se emplea para marinar, conservar en vinagre, aromatizar encurtidos, preparar aceites y vinagres al laurel o realizar tónicos mezclándolo con vino caliente.

La repostería tampoco es ajena a su uso, dotando a las cremas realizadas con leche de su sutil aroma.

En seco o fresco, debe moderarse la cantidad empleada, ya que en exceso puede ser tóxico.

La gastronomía de la Región de Murcia considera al laurel una de sus principales plantas aromáticas, empleándolo tanto para platos fríos como calientes. Las recetas de otoño con caza ofrecen perdiz escabechada y andrajos, guiso de carne de liebre y conejo típico del Noroeste murciano. Otras recetas como la ensalada de bacalao con verduras, que emplea el laurel para condimentar la cocción de las verduras, el revuelto de verduras o los michirones, habas aromatizados con pimentón y laurel, nos recuerdan los sabores más arraigados.

La costa murciana también ofrece exquisitas recetas como los escabeches de pescado, introducidos por los árabes, que incluyen hojas de laurel en la maceración, la cazuela empaná con verdeles o estorninos, propia de Mazarrón. Entre los postres las peras al vino cocidas con vino tinto, limón y una pizca de laurel, son un plato típico de la cocina jumillana.