Los modernos envases ya no tienen la gracia de los antiguos [Naranjas]
Los modernos envases ya no tienen la gracia de los antiguos
Julio Pedauyé Ruiz

    Las flores de los cítricos en general se denominan azahar y son de color blanco, con un perfume inigualable, dulce, suave, embriagador y penetrante. Podemos recolectarlas durante toda la primavera, en función de la temporada de floración de las distintas variedades, cuando se acaban de abrir o estando todavía encapulladas, y si el destino que les vamos a dar es la elaboración de tisanas o infusiones, conviene que las pongamos a secar a la sombra en lugares bien ventilados.

    Las empresas destiladoras de esencia o que fabrican 'agua de azahar', que en nuestro país han estado tradicionalmente ubicadas en Sevilla, utilizaban las flores frescas de azahar de los naranjos amargos, los mismos que se emplean para elaborar las mermeladas.

    Los usos en medicina tradicional de las infusiones de flores de azahar y del 'agua de azahar' suelen ser similares, destacando entre todos ellos, el de sedante del sistema nervioso. Este efecto puede potenciarse si se mezcla con otras plantas como hojas de tilo. En la actualidad se ha popularizado el consumo de preparados comerciales de infusiones que, con nombres comerciales tan sugerentes como 'buenas noches' o 'dulces sueños', contienen flores de azahar.

    En la Huerta de Murcia debido a este efecto suave de sedación y a su fácil disponibilidad, se administraba a los bebés 'hiperactivos' en el biberón –al igual que la infusión de cascales– y también en los casos de lo que hoy conocemos como 'cólicos del lactante', es decir, gases en los primeros 3 ó 4 meses de vida.

    Pero las aplicaciones del 'agua de azahar' no se limitan a la medicina tradicional, sino que también puede emplearse en la cocina, fundamentalmente en la elaboración de determinados dulces.