Origen de la cerámica. Evolución histórica

     La cerámica, desde su aparición en el Neolítico, supuso para la humanidad un gran descubrimiento que implicó grandes transformaciones en su vida cotidiana, desde su capacidad para almacenar por primera vez excedentes alimenticios, la posibilidad de transportarlos de un lugar a otro e incluso en la forma de cocinar elementos.

     Los hallazgos de cerámicas en la Región a partir de este momento están constatados casi de forma ininterrumpida. En el caso de Lorca se han hallado hornos y piletas de decantación de época ibérica en las excavaciones de las calles Alonso Fajardo y Carril de Caldereros; se ha documentado un alfar romano en un barrio situado en la periferia de Eliocroca (nombre por el que se conoce en las fuentes romanas a Lorca) en la margen derecha del río Guadalentín, así como el barrio de los alfareros andalusíes que instaló fuera de la ciudad y cerca de las murallas hasta el siglo XIII.

La cerámica en época medieval islámica

     Producto de esta importancia, y de su larga evolución histórica y tecnológica, la cerámica se convirtió durante la Edad Media en una de las expresiones más características del mundo islámico, siendo el objeto, de los que constituían el ambiente cotidiano de los habitantes del sudeste peninsular, mejor conocido gracias a su buena conservación a lo largo de los siglos.

     Se tiene constancia por hallazgos arqueológicos relacionados con la producción de cerámicas que a lo largo de al menos 300 años (siglos X al XIII) estuvieron funcionando los alfares en la Lorca andalusí. Los artesanos modelaban cerámicas que permitían el transporte, el almacenamiento y la transformación de alimentos, también facilitaban diferentes aspectos de la vida cotidiana, como la iluminación, la canalización y transporte de aguas, el envasado de perfumes, la tinta para la escritura...

     Muchas de estas cerámicas se decoraban con diferentes técnicas: pintura, estampillado, vidriado, cuerda seca, esgrafiado, alcanzándose en algunas de ellas una perfección técnica nunca vista hasta el momento.