Mula. Sala de baile del Casino de Mula
Mula. Sala de baile del Casino de Mula
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Mula - Regalmentos del Casino de Mula
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Orígenes de la Sociedad del Casino

En primer lugar debe distinguirse el edificio del Casino en sí de la Sociedad como tal, pese a que la vida de ambos va unida a partir de finales del siglo XIX.

La función original del Casino es la de albergar las inquietudes de ocio y cultura de un grupo de individuos de fines del siglo XIX  y principios del  XX.  De aquí se desprende que, aunque se trate de  una sociedad originada y frecuentada por personajes adinerados de la villa, es muy posible que la inversión realizada para adaptar el edificio a las necesidades de la Sociedad del Casino y a los proyectos de Pedro Cerdán fuera insuficiente en su momento, si bien, hoy en día, el conjunto respeta dichos proyectos.

En cuanto a la Asociación del Casino de Mula, decir que ya aparecen datos en la década de los años 70 del siglo XIX en los que se solicita al Concejo Municipal el uso del pósito en alquiler, dado el empleo mínimo al que éste está sometido en esos momentos y su excelente ubicación. Esto no será posible hasta finales de los 80, cuando mediante una polémica operación, un particular adquiere el almacén de granos y lo cede mediante un arriendo a la Sociedad del Casino. Así, es en el año 1884 cuando se tiene constancia de la aparición de una Sociedad del Casino formada por 72 socios fundadores entre los que se cuenta don Emeterio Cuadrado García, abuelo de don Emeterio Cuadrado Díaz, eminente arqueólogo murciano que durante cuarenta años excavó el yacimiento ibérico de El Cigarralero en Mula.

En los años posteriores, hasta la entrada del nuevo siglo, el  número de socios oscila entre los 130 y los 200, debido sobre todo, a la incorporación en 1896 de los afiliados al Círculo Liberal, existente ya unos cinco años antes, aunque sin gran difusión.

De finales del siglo XIX hasta la actualidad

La Sociedad del Casino de Mula nace de un grupo de personas pertenecientes al partido conservador de la ciudad, en contraposición al Círculo Liberal, con el objeto de crear un espacio destinado a la actividad cultural y de ocio. El registro de socios fundadores data de 1884, mientras que los primeros estatutos conservados son de 1888, aunque se afirma que pueden ser de 1893. 

Evidentemente, las funciones de la Sociedad no se remiten sólo al esparcimiento y a la cultura, dado que buena parte de la economía y la política local llegan a gestionarse entre los muros del Casino, lo que le hace ganarse adeptos y detractores.

La función del Casino de Mula a lo largo del siglo XX ha variado escasamente, predominando la actividad meramente lúdica en la actualidad.

Curiosamente, hay que destacar dos momentos en los que paradójicamente varía su función, a tenor de la tradición oral: el periodo que comprende la Guerra Civil Española, en el que parece ser que tuvo la función de Casa del Pueblo; y los primeros años de posguerra, en los que, al parecer, se ejercieron en el local una serie de juicios contra militantes republicanos.

Con todo ello, el número de socios del Casino entre los años 1950 y 1975 se aproxima a los mil.

Funcionamiento del Casino

En cuanto al funcionamiento del Casino de Mula, se establece en sus estatutos originales la diferenciación entre socios fundadores y numerarios, con la existencia de un presidente, un vicepresidente y un secretario.

Los socios fundadores corresponden evidentemente a los iniciales o a aquellos que fueron inscritos en los primeros meses de funcionamiento de la asociación, mientras que los considerados como numerarios debían solicitar su ingreso por escrito al presidente, tras cuya aprobación se realiza una votación secreta en la que  se precisan tres cuartas partes de los votos favorables para la admisión del nuevo socio.

En origen y en la actualidad, la función básica de la Sociedad del Casino es ofrecer un espacio de esparcimiento de la cultura y de función recreativa a sus socios. Con ello, todos los estatutos se hallan preparados para el desarrollo de estas funciones dentro de la cordialidad y de los valores más puros, estableciéndose para ello distintos cargos, tarifas mensuales y normas de comportamiento.