Vista del Frontal del Restaurante desde el Paseo[Baños de San Pedro del Pinatar]
Vista del Frontal del Restaurante desde el Paseo
Escuela de Vela del Ayuntamiento[Baños de San Pedro del Pinatar]
Escuela de Vela del Ayuntamiento

Recorrido por la Historia de los Baños

Las playas estaban plagadas de balnearios, en los que sus barros se utilizaban para usos terapéuticos. La moda de los balnearios y la utilización de barros y aguas termales apareció a finales del siglo XIX, de todos ellos, solo quedan pequeñas muestras, que recuerdan el aspecto que tenía esta costa.

Es a principios de siglo XX, cuando la costa empieza a adquirir un notable ascenso de visitantes, atraídos por el decir de la gente, de las aguas y lodos a los que se les dan una no investigada fama de curaciones reumáticas y otras dolencias. Son muchos los que construirán casas, algunas de ellas muy destacadas, si el poder adquisitivo lo permite, en otros casos muchas serán alquiladas.

Es un momento de esplendor para estas costas, y al igual que se construyen las viviendas veraniegas, se van a construir estos balnearios, algunos sólo privados, otros públicos.

Asociaciones, clubes, Cruz Roja, y hasta de alguna orden religiosa, patrocinan estas pasarelas y plataformas para disfrutar del mar dentro y por encima de él. Con forme lo han requerido, se han ido reconstruyendo, algunos hasta han sido protegidos con puertas de reja, otros se han adaptado como restaurantes, o club de regatas, el caso es que algunos de ellos han sobrevivido al tiempo, y hoy son parte del patrimonio.

Hay en San Pedro del Pinatar, en la playa de Lo-Pagan uno de estos balnearios, en forma de barco, en la actualidad es un restaurante.

Esta estructura de barco, se completa con un anexo en cruz, una pasarela sobre pilares de madera entubados, construcción de madera y cubierta con teja plana, placas de Uralita.

Conocemos el caso de José Massaguer que en 1911, construyó sobre una superficie de 981.20 metros cuadrados un hotel en forma de barco que tiene adherida una pasarela. Hoy día esta curiosa construcción es un restaurante, que tiene su origen en el traspaso por parte de su propietario, Ambrosio Ossi González, a Alberto Ossi Villena en 1959.

Otro de los balnearios que se distinguen en la misma zona, es el construido por David Carbonell Ruiz, para la orden de religiosas Terciarias Franciscanas para su uso privado. Con una estructura simétrica de casetas y plataforma hacia el mar. Pasarela sobre pilares de madera entubados, caseta con cubierta a dos agua, reformada después a un agua con placas de fibrocemento, color blanco y azul. Fue restaurada en 1997 recuperando imagen original.