Larache desde el Castillejo [Castillejo de Monteagudo]
Larache desde el Castillejo

El Castillejo ha sido objeto de varios estudios arqueológicos desde el siglo pasado, comenzando por Torres Balbás, el venerado arquitecto conservador de La Alhambra desde 1923. Los análisis más recientes provienen ya de la historiografía murciana, realizados a finales de la centuria por Navarro Palazón, Jiménez Castillo, Martínez Salvador y Manzano Martínez.

La evolución de estos trabajos determina que estamos probablemente ante el palacio del mítico Rey Lobo de las crónicas castellanas.

Ibn Mardanís, al frente de la taifa de Murcia se convirtió en el artífice de la resistencia hispanomusulmana a la inevitable invasión almohade a mediados del siglo XII. El boato y lujo que destacan los cronistas islámicos de esta importante corte del sureste peninsular, coinciden perfectamente con las estructuras edilicias del palacio así como del entorno, donde surgen diversos restos que podrían corresponder a una gran alberca y otros edificios como pabellones de recreo, huertos, jardines, etc. Sin embargo, un análisis más detallado, podría indicar que las dependencias palaciales se construyeron sobre una fortaleza ya existente, destinada al control del territorio durante los disturbios aparecidos por los enfrentamientos entre las diferentes taifas. Ésta, junto al castillo de Larache, podría eficazmente ejercer este cometido.

La fase de abandono coincide también con el fin de Ibn Mardanis. Precisamente, la crónica de al-Salá cuenta cómo, en 1170, durante una campaña bélica, las tropas almohades “se apoderaron del castillo de al-Fary, que era el lugar de recreo de Ibn Mardenix”.