Batería del Jorel

La batería del Jorel fue construida entre 1929 y 1933, conforme a los diseños y planos que surgieron con la aprobación del Plan de Defensa de 1926 por el gobierno de Primo de Rivera. Una planificación militar cuya ejecución continuó durante la II República. Se montaron, por tanto, en este lugar cuatro cañones Vickers de 152,4 mm y 45 calibres modelo 1923, que serían muy usados en España tras la licencia obtenida para su construcción en los talleres de Reinosa; unas piezas muy eficaces en la lucha contra buques.

Como todas las baterías que se montaron en aquellos años, tuvo un especial protagonismo durante la Guerra Civil (1936-1939). Durante el conflicto le fue desmontada una pieza, que sería trasladada a la defensa del puerto de Almería. Pero los avances tecnológicos sucedidos durante la segunda mitad del siglo XX fueron dejando paulatinamente obsoletos este tipo de artillado, por lo que ya en 1992 esta batería hizo sus últimos disparos sobre un blanco remolcado. Dos años después quedaría fuera de servicio y, abandonada, fue sometida a un concienzudo expolio que la ha dejado en un lamentable estado de conservación. Conserva de este modo tres de sus piezas, salvadas del chatarrero, mientras que la cuarta fue desmontada para poder ser contemplada en el Museo de Artillería de Cartagena.