Batería del Atalayón

Los edificios que junto a los cañones formaron la batería, se encuentran diseñados en función de estas piezas artilleras. Por tanto, el elemento principal eran las cuatro barbetas en línea que albergaron los tubos Vickers de 105 mm y 45 calibres, preparados para disparar a la emergente arma aérea. La vanguardia de estas explanadas están protegidas por un antemural recubierto de tierra apisonada, que enmascaraba la posición y podía proteger a los sirvientes de las piezas de algún impacto indirecto. Los puntos de mando y dirección de tiro suelen aparecer semienterrados, y sus estructuras emergentes tienden a imitar la textura de la roca para mimetizarse con el paisaje.

En la retaguardia de las barbetas se disponían los locales para depósitos de municiones, semienterrados, y sus correspondientes montacargas que una vez elevaron los proyectiles y las cargas desde sus almacenes hasta las terrazas. Las fachadas de los almacenes de repuestos y dependencias se caracterizan por un estilo historicista que sorprende al visitante a pesar de su mal estado de conservación, y que se ha de relacionar con el modernismo, en su vertiente eclectica, que se había dado en las construcciones civiles de Cartagena durante la década de los veinte del pasado siglo y años precedentes. Debemos tener en cuenta que el eclecticismo tomaba elementos estéticos de diversas épocas y los unía, configurando de esta manera todo un estilo que, de manera generaliza, se conoce como modernista.

 Finalmente, también podemos encontrar otros elementos destinados a la seguridad del la batería, como cuerpos de guardia, garitas, nidos de ametralladora, asentamientos para morteros, etc.