La cueva de los Cuchillos se halla situada en las laderas del cerro de La Atalaya junto al Santuario de Nuestra Señora del Buen Suceso, frente al Castillo de Siyasa.

     Se trata de un lugar de gran importancia ya que desde allí se domina todo el paso del río Segura por Cieza y su camino hacia la vecina Abarán. Además, desde allí se observa el importante yacimiento de Bolbax, que quizás pueda tener niveles coetáneos a Los Cuchillos y toda la altiplanicie hasta la Sierra del Cabeza del Asno.

     El municipio de Cieza cuenta con importantísimos ejemplos de pinturas rupestres. Son famosas algunas de las cuevas tal como sucede con el caso de la Cueva-sima de La Serreta en los Almadenes o la Cueva de los Grajos en la Sierra de Ascoy.

     Estas pinturas están declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, quedando patente su importancia.

Descripción

     Las pinturas de Los Cuchillos no se encuentran en una cueva en sí misma sino que se trata de la pared de un roquedal en la que se localiza el panel de pinturas, bajo este panel se encuentra una cueva artificial en la que se han hallado unas tumbas Eneolítcas que indican  la importancia de la zona.

     El panel de pinturas contiene un total de trece ramiformes. Estas figuras están formadas por varios trazos horizontales superpuestos unidos por un trazo vertical central

     Estas representaciones se suelen identificar como representaciones de esquemas humanos que se pueden datar en el tercer milenio antes de Cristo. Esta cronología se debe tanto a su ubicación junto a una cueva con una tumba megalítica de época Eneolítica como a los paralelos hallados en el arte mueble, es decir cerámicas decoradas y otros utensilios en hueso.

     Las pinturas están realizadas en colores ocre y rojo con tendencia anaranjada. Ninguna de las representaciones pictóricas cuenta con silueteado, es decir ninguna de ellas está perfilada con trazo alguno.

     Las figuras son del denominado Estilo Esquemático Levantino en el que las figuras se caracterizan precisamente por eso, por su gran esquematismo que a veces hace difícil su interpretación y en el uso de los colores y una variedad de rojos casi exclusivamente.