Lorca Moderna
A partir de finales del siglo XV, concluida la Guerra con el Reino de Granada, y una vez desaparecido el durante siglos constante peligro musulmán, la ciudad va a cambiar su fisonomía.
Es ahora cuando se van a llevar a cabo importantes reformas urbanísticas; estas numerosas obras públicas atraen a gentes, obreros y canteros, de diversos lugares, produciéndose entonces una considerable corriente de inmigración que provocó un importante aumento de la población.
De las nuevas construcciones cabría destacar la Colegiata de San Patricio, edificada en el año 1553, y que será el centro religioso de la ciudad, pero también se construyen algunos conventos como los de la Merced, Santo Domingo o San Francisco.
En el siguiente siglo Lorca se va conformando como una ciudad moderna pero que no puede descuidar sus defensas, principalmente en la costa, puesto que el peligro berberisco va a amenazar continuamente el litoral.
A mediados del siglo XVII, la ciudad inicia un despegue espectacular, y asistiremos a su recuperación, como reflejará la construcción de nuevos edificios, destacando el famoso Palacio de Guevara.
Pero, sin duda, de la Época Moderna es el siglo XVIII el que destaca en importancia para la ciudad, al ser una de las áreas más favorecidas por el Reformismo Borbónico.
