Retablos [Iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Lorca]
Retablos

De las obras artísticas del interior de la iglesia, destacamos las siguientes:

Los retablos

Retablo mayor del Carmen, obra monumental realizada en yeso, de autor desconocido, datable en el último cuarto del siglo XVIII, copia el modelo compositivo de los elementos del segundo cuerpo de la fachada de la Catedral de Murcia. Sobre un basamento se alza un elevado banco o pedestal donde se apoya el cuerpo central, majestuoso por sus grandes columnas y la hornacina central que exhibe la imagen de Nuestra Sra. del Carmen. Se corona por un frontón curvo partido, rematado por el ático. Una de las características más destacadas de este retablo es su acentuada sensación de movimiento a través del juego de elementos sobresalientes y otros que se retranquean. También se encuentran en este retablo las imágenes de San Alberto de Florencia (escribió la regla de la Orden en el siglo XIII y los frailes lo consideraban como su segundo fundador) y San Juan de la Cruz. Según Pedro Segado Bravo, es posible que el autor de estas dos esculturas fuese Jaime de Campos. El relieve policromado que remata el conjunto se trata del grupo escultórico donde Simón Stock recibe el Escapulario de manos de la Virgen.

El retablo lateral, también de autor desconocido, realizado en yeso y de igual cronología que el anterior, sigue la misma tipología que el altar mayor aunque con un esquema más simplificado. Se sitúa en el lado del Evangelio, enmarcando la puerta de la sacristía. Sobre el frontón curvo partido aparece el Espíritu Santo.

Las imágenes

Imagen de Nuestra Sra. del Carmen, que preside la hornacina central del retablo mayor, es una imagen de vestir, del siglo XVIII, de autor al parecer desconocido aunque de posibles vinculaciones napolitanas.

San José con el Niño, segunda mitad del siglo XVIII, de Roque López. Para hacer esta imagen el autor se inspiró directamente en las imágenes de igual tema realizadas por Francisco Salzillo, su maestro. Se trata de una imagen en madera policromada y estofada.

Santísimo Cristo del Perdón (Jesús Nazareno), segunda mitad siglo XVIII, de Roque López. La influencia de Francisco Salzillo se hace patente en el rostro y manos del Nazareno, ya que R. López fue el más directo continuador de la estética salcillesca. Destaca la perfección anatómica y la contención en la expresión de dolor.

Santísima Virgen de la Piedad (1982), del escultor murciano García Mengual. Talla en madera policromada que representa a la Virgen María con el cuerpo de Cristo muerto. Sigue la composición del conocido grupo de Francisco Salzillo del misma tema.

La Purísima o Inmaculada (segunda mitad siglo XVIII), del pintor italiano Paulino Pedemonte, que trabajó en Murcia hasta su muerte en 1796. El autor para realizar esta representación se inspiró en una Purísima (desaparecida) en talla realizada por Francisco Salzillo para el convento de San Francisco de Murcia. Se trata de un óleo sobre lienzo que estuvo expuesto en la Catedral de Murcia con motivo de la exposición 'Huellas'.

Niño Jesús de Gloria, de autor desconocido del siglo XVIII. Ubicado en la sacristía. Según Manuel Muñoz Clares esta pieza estaría ligada posiblemente a alguna celebración carmelitana. El mismo autor comenta que por su factura no se puede relacionar con los escultores levantinos, pudiendo ser adscrito al círculo de escultores de la Corte.

Otros

En las pechinas de la cúpula se insertan unos medallones polilobulados con pinturas sobre lienzo alusivas a los Doctores de las letras latinas. De autor desconocido, los cuatro lienzos representan a San Jerónimo (en actitud de leer un libro sobre una mesa en la que hay una calavera, un crucifijo y un cilicio), San Gregorio Magno (tocado con la tiara papal y escribiendo bajo la inspiración del Espíritu Santo), San Ambrosio (vestido de obispo y en actitud de escribir bajo la inspiración divina) y San Agustín (con sus vestiduras de obispo y el corazón que porta en su mano izquierda).