Detalle de la Cúpula [Iglesia del Salvador de Jumilla]
Detalle de la Cúpula

La planta de este templo es basilical. Ttres naves, una central y dos laterales distribuyen el cuerpo principal que queda cortado a la altura del Altar Mayor por un crucero con cúpula elevada sobre pedestal poligonal, pedestal en el que se abren vanos de arco rebajado.

Las techumbres del edificio son a dos aguas en la nave central, a una sola vertiente en las laterales, naves laterales que son algo más bajas que la principal.

 Las cúpulas, de estética similar a las de la Ermita de San Agustín, están decoradas con teja de color blanco y azul. Aunque suponemos que esta decoración, que recuerda los colores de la enseña local, es muy posterior a la fecha de fábrica.

La fachada es de ladrillo y piedra en una configuración estética que se enmarca dentro del estilo conocido como barroco murciano o barroco plano.

Los elementos ornamentales son pocos, los escasos vanos abiertos se enmarcan con molduras lisas. Las pilastras y molduras que se utilizan para subdividir la fachada, están adosadas y apenas sobresalen de la línea de fachada.

Así la fachada principal se divide en tres ejes verticales, dos corresponden a las torres y el central engloba la puerta principal y la vidriera que ilumina el coro. En una división horizontal podríamos apreciar que existe un primer cuerpo decorado con pilastras de orden dórico hasta una línea de cornisa muy marcada, por encima de la cual emergen los restantes cuerpos de las torre. Las torres se vuelven a dividir en dos cuerpos, el primero con pilastras de orden jónico y el segundo, de nuevo, de orden dórico.

Esta división y subdivisión de la fachada mediante pilastras adosadas de distinto orden es propio de la estética barroca al igual que los frontones curvos partidos que coronan el dintel de la puerta principal y la cornisa del cuerpo central.

La puerta principal está enmarcada con dos columnas de orden compuesto que sustentan un frontón curvo partido, en el espacio que deja abierto el frontón queda un óvalo de piedra con la imagen del Divino Pastor labrada en él.

Interior

Sobre la entrada principal se extiende el coro y tras él la división de nave central y laterales queda marcada en el interior por la altura de la central, ya que en el piso superior hay pequeñas balconadas con rejería, un elemento muy recurrido en la estética de la arquitectura barroca.

Las naves laterales son más bajas y algo más estrechas, en ellas se abren pequeños altares para distintas devociones. En el crucero del templo, siendo más amplios los espacios, los altares dispuestos son de mayores proporciones.

Quizá la multitud de altares de las naves menores y el crucero contrastan con la ausencia de retablo en el Altar Mayor de esta Iglesia de El Salvador. Nos encontramos con un retablo fingido, con un trampantojo, obra del pintor Pablo de Sistori.

Se cree que la prohibición en 1777, por orden real de Carlos III, de utilizar madera en la construcción de retablos, debido a la abundancia de incendios, obligó a buscar una alternativa en el retablo fingido.

Este sería el caso de este templo, pintado sobre lienzo, y después pegado en la pared, donde podemos admirar una hornacina ocupando el centro del retablo pintado, con la imagen del titular. A los lados de esta hornacina se representan escenas del Nacimiento de Cristo, la Asunción y la Aparición a María Magdalena. La función catequética del retablo persiste, pero las arquitecturas doradas que tradicionalmente dividían las escenas o imágenes pasan a estar pintadas.