Iglesia de Santa Eulalia

La iglesia de Santa Eulalia tiene planta de cruz latina, con cuatro capillas intercomunicadas a cada lado de la nave central, crucero con cúpula y presbiterio rectangular.

La decoración es sencilla, respondiendo al estilo rococó imperante en la época, destacando como elementos singulares los cinco retablos pintados en arquitectura fingida por el pintor milanés residente en Murcia durante la segunda mitad del siglo XVIII, Pablo Sístori. Estos retablos se distribuyen de la siguiente forma: dos en cada brazo del crucero y el gran retablo central. El camarín del retablo mayor, de planta circular, fue igualmente decorado por el mismo artista, encontrándose en la actualidad muy repintado.

En el exterior la iglesia de Santa Eulalia presenta como elementos destacados: la fachada principal a la plaza, la portada de la fachada lateral y la torre.

La fachada principal está compuesta por tres cuerpos verticales: el central de piedra de sillería y los dos laterales de ladrillo entre cadenas de sillería. Presenta una magnífica portada, contratada en 1764 por un desconocido cantero, Francisco Moreno. Sobre dos grupos de pilastras compuestas, cajeadas y dispuestas de forma oblicua, apoya un frontón curvo quebrado que alberga un relieve en piedra con la apoteosis de la Santa titular, obra notable del estilo de Jaime Bort, atribuida a Pedro Federico. Toda la fachada se corona con un remate mixtilíneo, propio del siglo XVIII. Entre la portada y el remate mixtilíneo, se abre un gran ventanal corononado por un frontón curvo rebajado sobre el que se alzan dos angelitos sosteniendo una cruz.

 La fachada lateral mucho más sencilla es de ladrillo visto y en ella destaca una portada en piedra enmarcada con sencillas pilastras sobre las que apoya el friso coronado por un frontón curvo que alberga los atributos de la santa titular.

La torre de gran esbeltez está compuesta por tres cuerpos, con fachadas de ladrillo visto apilastradas junto a los ángulos curvos y limitados por cornisas de piedra en línea quebrada.

 La Capilla de San José es una pequeña edificación anexa a la Iglesia de Santa Eulalia, con la que se comunica a través de una puerta. Está constituida por una sencilla fachada en la que la portada se reduce a un mero arco de medio punto sobre el que campea una hornacina con el santo titular, y sobre la hornacina una ventana para iluminación interior del coro. Todo ello está rematado por un pequeño edículo campanario.

El interior de la Capilla presenta una sola nave con altares laterales y el mayor al fondo. Ésta se cubre con una bóveda a la entrada y una cúpula al fondo que muestra unas pinturas del siglo XVIII, en tonos azulados, similares a las que se aprecian en el Convento de las Anas de Murcia ,San Sebastián de Ricote y la Asunción de Molina, entre otras. Tiene cabecera recta y coro alto a los pies del edificio. Se trata de una iglesia erigida en los años iniciales del siglo XVIII.

La capilla está construida junto al solar que ocupaba la primera de las siete puertas de la ciudad por la que penetró el rey Jaime I al reconquistar Murcia para su yerno Alfonso X El Sabio.

Fuentes y Ponte, a finales del siglo XIX, en su Murcia Mariana, hizo una exhaustiva descripción del interior del inmueble, de la cual hemos extraído algunos datos:

En la pared izquierda de la primer mitad, hay un hueco en el muro, ocupado por una mesa de altar con grada corrida sobre la cual se extiende un figurado terrazo en cuyo centro y sujeto a la pared se alza un magnífico crucifijo, El Señor de la Clemencia, bella escultura italiana hecha en piedra transparente de color carne, veteada de manchas naturales cuya rareza de ambos colores produce el efecto de una encarnación de color mate, cuya imagen fue regalada desde Roma por el Excmo. Sr. Cardenal Belluga. Hoy en día esta imagen se encuentra en la iglesia de Santa Eulalia.

Sobre el arco del frente principal en un luneto circular del tímpano hay tres lienzos elípticos, los dos de los extremos tienen igual medida, el de la izquierda es una media figura, Judit metiendo la cabeza de Holofernes en el saco que le presenta la anciana, y en el la derecha es David al cortar la cabeza del gigante Goliat; el del centro representa La Visitación de Nuestra Señora. Los cuadros fueron costeados por el Cardenal Belluga quien los remitió desde Roma.

En la pared derecha de la segunda mitad, o pared principal de la iglesia, pende de la cornisa a su izquierda un sombrero de obispo, indicando, que en esta iglesia está enterrado aquel a quién perteneció; y así es, en efecto, pues en el plano general e inmediato a la grada del presbiterio hay una losa de mármol negro con inscripción, grabada con esta leyenda "Aquí yace el Ilmo. Sr. D. Joseph Alcaraz y Belluga que, renunciando el obispado de Tarazona, volvió a esta congregación año 1763 y murió a 26 de Enero de 1785". De igual forma, bajo la inscripción hay grabado en dicha lápida un trofeo de calavera con bonete, dos canillas cruzadas, báculo y mitra. Hoy en día está tapado.

En las cuatro pechinas de la cúpula de esta segunda mitad principal de la iglesia, hay respectivamente cuatro lienzos ovalados: el que corresponde al lado del evangelio representa a Nuestra Señora del Rosario; el del lado de la epístola tiene por asunto, La Magdalena. Los otros dos lienzos son dos medias figuras tamaño natural; la de la epístola es San Mateo y la del Evangelio San Jerónimo. Tanto los cuadros de las cuatro pechinas, como los tres del arco sobre el altar mayor, se cree procedan del Emmo. Sr. Cardenal.