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Con mucho conocimiento

Con mucho conocimiento

Miguel de Tena ganador de ganador de la Lámpara Minera del LXVI Festival Internacional del Cante de las Minas
Miguel de Tena ganador de ganador de la Lámpara Minera del LXVI Festival Internacional del Cante de las Minas

Paco Vargas

El título pertenece al primer verso de una letra por mineras de Enrique Hernández que Pencho Cros llevó en su repertorio, como una de sus preferidas, hasta que dejó de cantar. Pero no vamos a hablar del más señalado de los cantaores de La Unión, sino de su Festival. El Festival Internacional del Cante de las Minas, entre otros muchos méritos, tiene uno principal: el haber construido un hermoso y sólido edificio llamado Cantes de las Minas donde apenas si había cimientos, pues cuando nació este importantísimo e imprescindible certamen flamenco, La Unión era un desierto flamenco, quizá con algún refrescante oasis, pero un desierto al fin, que se extendía conforme avanzaba la sequía económica. Hoy, gracias al mucho conocimiento, de los que organizan el evento, es un vergel flamenco adonde acuden gozosos los aficionados de todo el mundo.

Tras algunos años de indefinición y un claro descenso del nivel artístico y de calidad en la fase de concurso, con el triunfo de Mayte Martín se inicia una nueva etapa que comienza una política de decidido apoyo a la juventud a la par que una renovación de sus estructuras y conceptos estéticos que pronto comenzaron a dar sus frutos, de tal modo que hoy el Festival Internacional del Cante de las Minas es una cita obligada entre los grandes eventos flamencos que son y están: sus grandes espectáculos, con las mejores figuras del momento tanto de cante, baile o guitarra; su apertura a las nuevas tendencias del flamenco, su proyección nacional e internacional, sus nuevos conceptos organizativos o su evidente apuesta por dar a conocer nuevos valores son los mejores y más firmes avales de los que dispone hoy para asegurar un futuro esplendente. No todos los certámenes de éstas u otras características disponen de una carta de presentación que vaya firmada por nombres como Luís de Córdoba, Mayte Martín, Vicente Amigo, Javier Latorre o Miguel Poveda, por citar, a modo de ejemplo no limitativo, sólo algunos de los que han pasado triunfando por el concurso de  La Unión y que hoy son profesionales reconocidos  dentro y fuera de nuestras fronteras.

En la edición de este año, que cumple cuarenta y seis años, se ha mejorado en los  aspectos organizativos, en la completa Agenda Cultural cargada de nombres importantes y con unos conceptos intelectuales que han primado los trabajos de investigación y difusión serios y rigurosos, y en la calidad media de los concursantes que han llegado a las semifinales, mérito que hay que conceder a los jurados itinerantes, pero especialmente a Paco Paredes, que ha sido el presidente del jurado en las fases finales. Los ganadores, Miguel de Tena (Lámpara Minera), María Juncal Borrull (Desplante) y Juan José Rodríguez Millán “Niño de Brenes” (Bordón Minero) son jóvenes artistas, premiados en otros concursos de prestigio, con un brillante presente y un futuro prometedor, si son capaces de subir la escalera que les han puesto en La Unión para ayudarles a alcanzar un puesto digno en el escalafón de los profesionales más apreciados por la afición. La juventud se ha impuesto definitivamente en este certamen, que sigue apostando por los artistas que siendo jóvenes tienen algo que decir en el panorama flamenco de los principios de este siglo. No solamente los máximos triunfadores, sino todos los finalistas han estado a un nivel de calidad mucho más que digno pues cualquiera de ellos está en condiciones de ganarse la vida dignamente cantando, tocando o bailando. Otra cosa es que lo consigan, que dependerá de su esfuerzo y de la suerte. Hoy por hoy no se puede aspirar a otra cosa por una sencilla razón: no hay más cera de la que arde. En cuanto a los grandes espectáculos, que han llenado cada día la Catedral del Cante, decir que han estado protagonizados por las grandes figuras del momento, pero ocurre –así lo hacemos constar en crónica aparte- que no siempre las grandes figuras responden a las expectativas creadas; aunque es de justicia reconocer que las galas han sido un éxito y que las figuras en su inmensa mayoría han estado a la altura de un evento como el Festival Internacional del Cante de las Minas, una de las más importantes citas que tiene el mundo del flamenco a nivel mundial.

MIGUEL DE TENA

Paco Vargas

 Miguel de Tena es un joven cantaor extremeño que está luchando por ser alguien en el flamenco. Diez años lleva en los concursos y en las peñas flamencas, en los que ha obtenido más de treinta premios de distinta categoría. Es un cantaor serio, con variado repertorio, con voz dulce y clara no exenta de gusto, con registros muy altos y un poderío extraordinario en los estilos que domina, al que le gusta Fosforito, Antonio Mairena, Manuel Vallejo o el Cojo de Málaga. El flamante ganador de la Lámpara Minera tiene ante sí el reto de poner en valor tan prestigioso trofeo, el mismo que a otros les ha servido para abrir las puertas de la gloria de par en par.

Miguel de Tena nació en Ruecas (Badajoz) en 1976. Si bien comenzó muy joven en el mundo flamenco, sería en Melilla, mientras realizaba el servicio militar, cuando tiene ocasión de frecuentar los ambientes flamencos de la ciudad y la oportunidad de escuchar a distintos artistas que visitaban las peñas flamencas de la misma. Tras su vuelta a Badajoz, inicia sus primeros contactos con las peñas flamencas extremeñas entre la que cabe destacar a la de Don Benito donde recibe el calor y el apoyo necesarios. Pero sería en 1997 cuando conoció a Romero de Badajoz, guitarrista hecho en Cataluña y tocaor oficial de la Peña Flamenca Antonio Mairena de Hospitalet de LLobregat durante gran parte del tiempo que vivió en tierras catalanas, que le enseñó los primeros pasos para hacerse cantaor y con el que consiguió los primeros premios en los concursos a los que se fue presentando. Su participación en estos certámenes le han proporcionado hasta un total de veintiséis primeros premios entre los que caben destacar el de Plasencia o Villafranca de los Barros, en su tierra; aunque los que le catapultaron hacia el éxito y el reconocimiento fueron  el Melón de Oro de Lo Ferro (Murcia) en 1999,  el  Sol de Oro en Lorca (2002), el primer premio del Concurso de Cante Flamenco “Flamenco Activo” de Úbeda (2005) o los conseguidos en el Festival Internacional del Cante las Minas de La Unión en las tres últimas ediciones que ha culminado con la consecución de la Lámpara Minera, máximo galardón del Festival. En este apartado, es de justicia reseñar otro premio: el que ganó en 2004 en Calasparras (Murcia). En el capítulo de actuaciones en festivales y galas en peñas flamencas, hemos de decir que a pesar de su juventud ha compartido cartel con las primeras figuras del flamenco. Por ejemplo: ha actuado en el Teatro Romano de Mérida con Menese, Melchora Ortega, Enrique de Melchor, Fernando Moreno y el bailaor Manolete. Madrid, Extremadura, Cádiz, Sevilla, Huelva… ya conocen su voz y su concepto del cante. Y, además, tiene en su currículo algo de lo que muy pocos artistas flamencos pueden presumir: ha participado en la película “Poniente” de la directora Chus Gutierrez, en la que canta  un martinete y una rumba, algo que  nunca había hecho, que luego fue cabecera de una sección del programa “La Ventana”de la cadena SER. Tiene cuatro grabaciones en el mercado: dos individuales, “De Extremadura a Lo Ferro” y  “Vaivén” –de momento la última- y dos colectivas, "Cante por Cante" y el Vol. 15 de una selección de cantes de la provincia de Badajoz.

Cantaor de los considerados largos, sus cantes más habituales son malagueñas, granaínas, cantes mineros, soleares, seguiriyas, tangos, alegrías y bulerías. Aún sin quererlo siempre se imita a alguien cuando se está empezando: Miguel de Tena sigue las líneas estéticas de Vallejo, sobre todo en determinados estilos como los fandangos, alguna malagueña y las granaínas. De voz  personal, no rehuye el quejío y poco a poco va adquiriendo una técnica que debe perfeccionar si quiere conservar ese chorro de agua cristalina que le sale de la garganta en cada cante.