Paco paredes
Paco paredes
Manuel Cuevas
Manuel Cuevas

    Ayer noche, pudimos presenciar un magnifico evento flamenco coordinado por Juan Jiménez Alcaraz, antiguo director del Festival del Cante de las Minas, en el centro cultural del Barrio del Carmen, al que un grupo de aficionados queremos volver a convertir en uno de los epicentros de la vida flamenca de la ciudad de Murcia. El ciclo de música popular y religiosa comenzó con la conferencia de Francisco Paredes ilustrada con el cante de Manuel Cuevas. Se titulaba "El cante hecho oración" y Paco Paredes nos impartió una charla densa y rigurosa en datos histórico-estilísticos y amena en la exposición para que todo el público pudiera comprender los posibles orígenes de este género y su evolución  en el tiempo, dividiéndola en épocas y escuelas. Es de agradecer que Paco reivindicara a los saeteros murcianos como Fanegas o Isabel La Levantina y animara a crear un patrón de saeta por tarantas.

    A medida que aprendíamos, el sevillano Manuel Cuevas, al que Paco presentó como "el mejor saetero de España" ofrecía diversas interpretaciones de saetas, desde las más primitivas hasta las más contemporáneas: toná del cristo, por martinetes, por seguiriyas, etc. Cuevas demostró que no solo es un gran cantaor, que crece día a día, sino que posee una voz con varios registros, los cuales maneja  a su antojo, perfecto de afinación. Era emocionante contemplar cómo se hacia para atrás en el asiento y sacaba el pecho para arrancar de sus entrañas las más sentidas flechas de pasión.

    Es difícil abstraerse de la Semana Santa y su contexto: imágenes religiosas, devotos, cornetas y tambores, un balcón florido...pero el cantaor sevillano cantó con un sentimiento desbordante, con una técnica insuperable y con unas facultades extraordinarias, y consiguió emocionar al público carmelitano, que tardará tiempo en olvidar esta noche. Para finalizar, Cuevas interpretó dos fandangos. El primero, debido al gran esfuerzo en las saetas, no pudo rematarlo como él sabe, cosa que sí hizo en el segundo. Gran colofón para una noche de saetas electrizantes.

Por Pedro Fernández Riquelme

Licenciado en Filología Hispánica

Asociación Cultural Flamenca Murciajonda