Adolfo Wandosell también defendió los colores del equipo de su localidad natal, el Sporting Club de La Unión, aunque resulta especialmente complicado distinguir su presencia en las alineaciones ya que sus hermanos Julio y Paco también formaron parte de este club, y en muchas de las crónicas únicamente se especifica el apellido del jugador.

    El escritor unionense Pedro García Valdés rememoró en 1991 los recuerdos de su adolescencia y juventud en su obra “Sobre mis pasos. Recuerdo íntimo de La Unión”. Según García Valdés entre los jugadores más destacados de La Unión en la década de 1910 estaban los hermanos Paco y Adolfo Wandosell, Guillermo Burgueros, Ángel Sáez, Joaquín “El Chavo” y Avilés. Sobre los hermanos Wandosell afirmaba que “tenían ya, por su tipo, un cierto aire y empaques deportivos, a la vez español y británico. Dominaban el juego como verdaderos artistas: un juego correcto, elegante, sereno, preciso, en el que parecían no existir los nervios. Siempre en su puesto, en el sitio oportuno. Magnífico toque de pelota; sentido infalible de la jugada”.

Escasas referencias

    Del testimonio de Pedro García Valdés se desprende que Adolfo Wandosell se alineó con relativa frecuencia en los partidos que disputó el Sporting Club de La Unión entre 1908 y 1910 (año en el que traslada su residencia a Orihuela). Sin embargo, al igual que sucedió durante su estancia en el Real Madrid, la escasa atención que la prensa de la época prestaba a la información deportiva nos ha privado de conocer más detalles sobre su trayectoria en este club.

    La primera referencia sobre la presencia de Adolfo Wandosell en una alineación del Sporting Club data de finales de mayo de 1908. El partido era a beneficio de la Tienda Asilo de La Unión y enfrentó al equipo local y al Cartago. El resultado final fue de empate a cero. Según la crónica del encuentro entre los jugadores unionenses destacaron Adolfo y Paco Wandosell.

Paco Wandosell

    Paco fue el más activo de los hermanos Wandosell. Este jugador se convirtió en uno de los primeros trotamundos del fútbol regional ya que acudió en numerosas ocasiones a reforzar a equipos de Murcia y Alicante. No sólo fue el miembro de la familia que desarrolló la carrera más longeva (hay constancia de que jugó con cierta frecuencia hasta finales de la década de 1910) si no que, además, se hizo árbitro tras abandonar la práctica del fútbol.

    Wandosell  ya arbitraba en la década de 1910 cuando los equipos de la Región de Murcia aún no disputaban partidos de competición oficial. En 1924 Paco Wandosell y Ceferino De la Torre fueron los dos primeros colegiados de la comarca del Campo de Cartagena que se afiliaron al naciente Colegio Murciano de Árbitros. Paco Wandosell pitó el histórico partido de inauguración del campo de El Almarjal que enfrentó al Cartagena y al Valencia en septiembre de 1925.

    En 1926, a raíz de unos incidentes en un partido disputado entre el Cartagena y el Deportivo Murciano, fue inhabilitado por seis meses. Tras esta recibir sanción dejó el arbitraje. Paco Wandosell trabajó la mayor parte de su vida como escribiente de la Segunda Maestranza del Arsenal de Cartagena.