El  Noroeste fue una de las últimas comarcas de la Región de Murcia en las que se desarrolló la práctica del fútbol. Las malas comunicaciones de la época impidieron que este deporte, que a finales del siglo XIX ya se conocía en el Alto Guadalentín, no se popularizara en localidades como Caravaca de la Cruz, Cehegín o Calasparra hasta la década de 1920.

    Cabe suponer que en Caravaca durante los primeros años de esta década, los jóvenes organizaban partidos de fútbol entre ellos, y que con el paso del tiempo, los jugadores más destacados constituyeron un equipo representativo de la localidad, al que denominaron Caravaca Football Club, para enfrentarse a clubes de otras poblaciones.

Primeros datos

    La primera referencia sobre un partido disputado por el Caravaca se remonta al 15 de abril de 1923 cuando el equipo de esta localidad se enfrentó al Cieza. A partir de entonces la pasión por el fútbol creció de forma desmesurada. El Caravaca Football Club se constituye de forma oficial como sociedad deportiva el 3 de septiembre de 1924. Cuatro días más tarde se convierte en uno de los clubes fundadores de la Federación Murciana de Fútbol.

    El Caravaca se inscribió para participar en la competición, pero a última hora decidió retirarse (no se sabe si por motivos económicos, o por no disponer de un terreno de juego adecuado). Durante 1925 el equipo caravaqueño disputó varios encuentros amistosos ante equipos de localidades cercanas, y otros de Murcia, pero a partir de mediados de año el interés por el fútbol descendió notablemente.

Desaparición del club

    La directiva fundadora del club presenta su dimisión el 1 de julio de 1925. Una semana más tarde, un grupo de siete personas se hacen cargo del equipo, pero no logran sacarlo adelante. Es muy probable que el Caravaca Football Club desapareciera antes de finales de este año.

    A partir de entonces comienza una época oscura en la historia del fútbol de Caravaca que se extenderá hasta 1931, año en el que se funda la Unión Deportiva Caravaqueña. 

                                                                                                                                                                                             

                                                                                                                                                                                                     Juan Antonio Garre