Las pinturas rupestres ubicadas en el interior de la Cueva-Sima de La Serreta ocupan principalmente dos lienzos de pared, el primero a la izquierda de la entrada a la cueva desde el cañón y el segundo en un nivel superior, en un panel situado a la derecha de la misma entrada anterior. Las pinturas del primer panel fueron descubiertas en 1973 por el Servicio de Exploraciones e Investigación Subterráneas de la Región de Murcia, mientras que el segundo panel sería dado a conocer por Miguel San Nicolás en 1980. Existe un tercer panel con dos figuras en tonos rosados que sería descubierto por Joaquín Salmerón en 1990.

   En total, La Serreta cuenta con cerca de cincuenta figuras, incluidos los restos de pigmentos que no han sido identificados, repartidas en tres paneles que se adscriben al estilo esquemático (existen algunas figuras que se enmarcan dentro del estilo seminaturalista, subestilo dentro del esquemático) del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

   Panel I

   En este panel están alternadas las figuras esquemáticas y seminaturalistas. En diversos abrigos de la Región de Murcia se produce esta circunstancia, que se ha interpretado como un repintado de la pared en distintas épocas. Las muestras esquemáticas representan diversas formas humanas parecidas a la letra phi griega, por lo que se denominan figuras en phi. También se pueden apreciar ancoriformes (en forma de ancla), cruciformes (en forma de cruz), polilobulados y otros esquemas también pertenecientes a humanos. En lo referente a animales se dan cuadrúpedos pectiniformes (en forma de peine).

   Las representaciones seminaturalistas son las que mejor se conservan en este panel y es posible que represente una gran escena de caza con arqueros, caballos y otros cuadrúpedos. Los arqueros parecen estar persiguiendo a una manada de équidos a la carrera y entre sus detalles aparecen señalizados los dedos de manos y pies, un arco biconvexo, una flecha que apunta a uno de los animales y que está indicada por un corto trazo, así como un brazalete en cada brazo que relacionan esta imagen con el taller de brazaletes de roca caliza encontrado en la cueva-sima. Los caballos se encuentran en posición aparente de carrera y están dispuestos en una estructura piramidal, con su vértice coronado por un gran semental, caracterizado por sus atributos sexuales. Todas las figuras de este panel disponen de tamaños diferentes, que van desde los 76 cms. de un esquema humano polilobulado, pasando por los 34 cms. del caballo representado como semental hasta figuras humanas de 7'5 cms.

   Panel II

   Al adentrarse unos metros en la Cueva-Sima de La Serreta la luz es cada vez menor y situado casi en la penumbra se encuentra el segundo panel. Las formas observadas en él son solamente esquemáticas, pero entre ellas se encuentra uno de los ídolos más representativos de todo el arte parietal murciano. El ídolo es una esquematización humana de tipología mixta, ya que dispone de cabeza ancoriforme y cuerpo en phi. Toda la figura presenta una serie de trazos cortos perpendiculares a la silueta a modo de potencias o rayos que parecen indicar algún tipo de poder. El tocado de su cabeza ha sido identificado como su cabello o bien cuernos de bóvido con las astas hacia abajo. El resto de las figuras de este panel se encuentran en un plano inferior, tratándose de representaciones humanas a modo de polilobulados y cruciformes.