La firma de las actas conciliares nos permiten hacer un recorrido cronológico y enunciar los obispos begastrenses que asistieron a dichos concilios. El primer obispo conocido en la documentación escrita aparece en el año 610 con el nombre de Vincentius. En su calidad de obispo asistió a un Concilio celebrado en Toledo (el conocido por la historiografía como concilio de Gundemaro).
Del siguiente obispo, Vigitinus, sabemos que permaneció en su cargo al menos en el período comprendido entre los años 633 y 646. Fue activo en cuanto a la asistencia a las reuniones conciliares. Asistió de forma consecutiva al IV Concilio celebrado en el año 633 bajo el reinado de Sisenando, al V en el 636 y al VI en el 638 bajo el reinado de Chintila. Al VII concilio presidido por el rey Chindasvinto y celebrado en el año 646, por razones desconocidas (quizá por su edad avanzada), acude en su representación un diácono por nombre Egila.
El siguiente obispo begastrense documentado fue Giberius, que concurre a tres concilios sucesivos, el Concilio VIII del año 653, el IX de 655 y el X de 656, todos ellos bajo el gobierno del monarca Recesvinto. Tras diecinueve años de silencio vuelve a celebrarse el XI concilio en el año 675, bajo el reinado de Wamba, en cuyas actas firma un obispo en representación de Begastri llamado Iohannes. El último prelado firmante de actas conciliares fue Proculus, quien firma las actas de cuatro concilios presididos por el rey Ervigio, el XII del 681, el XIII del 683, el XIV del 684 y el XV de 688. En los concilios XVI (694) y XVII (696) presididos por el monarca Egica y en el XVIII (702) por Witiza ya no aparecen representantes eclesiásticos de Begastri, aunque de este último no se conservan las actas. Ello constituye un testimonio ex silentio de la extinción de la sede episcopal begastrense.
 |