Exvoto de un caballo del Cigarralejo (Mula)
Exvoto de un caballo del Cigarralejo (Mula)
Representación de un équido
Representación de un équido


   En las culturas del mundo antiguo y en las pertenecientes como la ibérica a la Edad del Hierro, el caballo fue un bien escaso y de gran prestigio. Poco sabemos, a nivel textual, acerca del uso del caballo entre las tribus ibéricas, sin embargo tenemos varios modos para conocer la realidad del caballo entre los íberos.

   En efecto, por un lado su importancia y veneración está atestiguada en una serie de santuarios vinculados a grandes poblados consagrados, de una u otra manera a los caballos. El ejemplo más paradigmático lo tenemos en el extraordinario santuario de El Cigarralejo, cercano a Mula donde D. Emeterio Cuadrado recuperó más de un centenar de pequeñas esculturas y relieves en piedra arenisca con todo tipo de caballos, yeguas con potros, mulos o recuas.

   Otro elemento que nos transmite mucha información sobre la consideración del caballo en la sociedad ibérica son las representaciones pictóricas, sobre vasos cerámicos, y escultóricas. En ellas se muestra de forma evidente que los caballos estuvieron reservados, en su mayoría, a las elites dirigentes de cada área, desde época antigua hasta los primeros años de la romanización.

   Ajuares

   Hemos de tener en cuenta los restos materiales proporcionados por los hallazgos arqueológicos, tanto los restos óseos de caballos como objetos relacionados con la equitación. Así, se han documentado principalmente en las extensas necrópolis del sureste de España desde adornos metálicos (bronce, hierro y hierro chapado en plata) para la frontalera o carrilleras de los arreos, hasta bocados de caballo de hierro en tumbas con ajuares de enorme valor y prestigio como las tumbas 200 y 277 de El Cigarralejo (Mula), la 55 de la necrópolis del poblado en Coimbra del Barranco Ancho (Jumilla) o la 597 del Cabecico del Tesoro (Verdolay, municipio de Murcia).

   Este hecho demuestra la vinculación de estos elementos arqueológicos con la clase guerrera/aristocrática dirigente, muy marcada durante la primera mitad del siglo IV anterior a Cristo. Otro elemento significativo que se ha preservado son las espuelas, por lo general de hierro, dotadas de un buen aguijón.

   Los carros

   El uso de caballos/mulos debió de estar restringido a las clases dirigentes y personajes singulares dedicados al comercio, siendo quizás los carros, siempre de dos ruedas y tirados por un biga, los que debían facilitar las transacciones comerciales y el abastecimiento general de los habitantes de cada poblado, mediante algún tipo de uso comunitario que permitiese transportar las cosechas de cereales del campo a los almacenes del hábitat o agua.

   Sacrificio de caballos

   Finalmente mencionar que en algunos casos extremos se ha comprobado que ciertos caballos fueron sacrificados a la muerte de su dueño y colocados junto a la tumba, tal y como se ha podido comprobar en Coimbra del Barranco Ancho, al igual que en otros puntos del sur y sureste peninsular, como ya ha señalado el profesor Fernando Quesada, siendo muestra una vez más de la relevancia y el prestigio alcanzado por estos mamíferos en las sociedades ibéricas.